jueves, 29 de diciembre de 2016

ADIOS 2016...


Hoy será quizá el último día que escriba en este año 2016. Mi deseo para el año 2017 es que nunca jamás se vuelva a repetir un año como el que hemos tenido. Obviamente, eso es imposible que ocurra, pero espero que tanto sufrimiento se quede atrás, que no tenga que pasar más veces por vivir el dolor de perder un embarazo.

¡¡Adiós 2016!!, ahógate, consúmete, desaparece de una vez. Siempre serás recordado como uno de los peores años de mi vida…

Llevo días elaborando un discurso motivador para lo que tengo por delante. Elaborando frases, argumentos y afirmaciones positivas que me ayuden a enfocar con ganas todo este proceso que aún me queda. Cuando lo tenga terminado, lo compartiré en este diario… Porque necesito hacer algo con mi mente. Recuperar una buena actitud es algo básico, quiero estar bien protegida para lo que pueda pasar, quiero vivir con un poco más de esperanza y alegría.

Y aquí termino este año… Los próximos días, los voy a intentar aprovechar para descansar y relajarme un poco. La semana que viene la he cogido de vacaciones, sólo trabajaré el Jueves, y porque era imposible dejar a algunos pacientes sin terapia (aunque ganas de trabajar, tengo muy pocas…). Pero me pueden más las responsabilidades. Si todo sale bien, el Viernes que viene nos iremos de fin de semana a alguna parte, ya lo contaré.

martes, 27 de diciembre de 2016

NECESITO NORMALIDAD

Los días claves de Navidad ya han pasado. Especialmente los que tienen que ver con reuniones familiares. Este año no ha habido cantos, ni juegos, ni risas (al menos por mi parte). No podía hacer otra cosa más que aguantar que pasaran las horas y se quedaran atrás todos los compromisos. Antes del aborto, llevaba meses preparando un video de mis sobrinos. Me estaba quedando precioso. Mi idea era ponérselo a mi familia en la cena y en la comida de Navidad. Me hacía especial ilusión sobre todo por el final del video, donde añadía un miembro más a nuestra familia, mi niña. Pero ahí se ha quedado todo, sin terminar, sin proyectar ni compartir con los míos. Me veo incapaz de continuar con el video, no he podido ni si quiera abrirlo todavía. Quizá otro año, porque la idea me parece preciosa…

Ya sólo queda la Nochevieja y los Reyes. La Nochevieja la vamos a pasar solos, en casa, porque ninguno de los dos queremos estar esa noche con nadie. Tomaremos las uvas y lloraremos un montón, eso lo tengo claro, y no quiero que nadie sea testigo de nuestro dolor. Supongo que compraremos algo de comer que nos haga un poquito de ilusión, probablemente ibéricos (yo con eso ya ceno súper a gusto), y volveremos a desear que las horas pasen rápido ese día. Y los Reyes, pues estamos intentando irnos a alguna parte, salir de Valencia y pasar un par de días fuera. Tenemos una pareja de amigos que quizá se apunten, en los próximos días nos confirmarán. Y si no solos, no me importa, aunque pueda ser un poquito más duro. Te aseguro que esto es lo único que me hace un pelín de ilusión en estos días, la posibilidad de un pequeño viaje con amigos, que nos haga desconectar un rato de todo.

Me cuesta arrancar un montón por las mañanas. No para levantarme, que eso por suerte sigo haciéndolo sin esfuerzo, si no para ponerme en marcha y afrontar las responsabilidades. Ya he pasado por aquí hace unos meses, creía que lo había superado, ya me había vuelto a acostumbrar al trabajo, a los pacientes, a la negatividad.

jueves, 22 de diciembre de 2016

REUNION CON LA CLINICA CREA



Tenía muchas ganas de que llegase el día de hoy y tengo muchas ganas de que también pase el día de hoy. Dentro de un rato, a las 12:00, tenemos la reunión con la Clínica, para sentarnos a valorar lo que ha pasado, hablar con la doctora Mónica Muñoz, y plantear los siguientes pasos. Estoy muy nerviosa. Me esperan por delante unas horas durillas, porque quiero prepararme bien para esta conversación. Es muy importante para mí lograr comprender. Puedo asimilar la pérdida de mi niña, puedo intentar sobreponerme y mirar hacia delante con algo más de optimismo y motivación, con esperanza y confianza, tanto en mí misma como en los médicos que nos están ayudando. Pero no puedo hacerlo si no tengo respuestas. He estado posponiendo hasta el último momento estas reflexiones, porque me hacen daño, y porque no soy capaz de seguir con mi vida con todas estas cosas en la cabeza. Pero hoy es el momento de soltarlas. Temo que no me lleven a ninguna parte, que se acaben quedando sin respuestas. Me genera mucha indefensión no poder darle sentido a lo que ha ocurrido y sobre todo, no poder prepararme mejor para mi siguiente embarazo, no tener argumentos tranquilizadores y volver a enfrentarme a ciegas a todo lo que nos queda por delante. Me he venido al despacho desde temprano, para disponer de este rato hasta las 12:00 para escribir, poner en orden mi cabeza, hacerme una lista de dudas y prepararme psicológicamente para la reunión.

Resultado de la reunión. 
Ya hemos vuelto de CREA. Yo llevaba, como siempre, mi lista de dudas escrita, mi reunión preparada. Y lo cierto es que la doctora ha ido respondiendo a todas mis dudas y se notaba que controlaba mucho todo lo que nos explicaba. Eso para mí es muy importante, porque me transmite confianza, profesionalidad y sobre todo tranquilidad. A lo mejor ella ya está acostumbrada a tener que defender lo indefendible, y simplemente se le puede dar bien, pero yo la he sentido honesta en todo momento, y al fin y al cabo, ha sido humilde para reconocer que encontrar una explicación que nos tranquilice es algo muy difícil. Bajo su opinión, lo que nos ha pasado tiene muy pocas posibilidades de repetirse. No obstante, y para nuestra tranquilidad, vamos a descartar algunas posibles causas, con un par de análisis más y una histeroscopia. La histeroscopia es para ver cómo está el útero y corregir si hay alguna alteración, y el análisis es sobre todo para ver cómo se encuentra mi nivel de Vitamina D, que al parecer es bastante habitual tenerlo muy bajo en casos de aborto. Ella piensa que después de comprobar estas últimas hipótesis, podemos continuar de nuevo y volver a intentarlo, teniendo esperanza en que saldrá bien, porque realmente estamos poniendo todo de nuestra parte y haciendo las cosas bien.

A partir de aquí, lo que tengo que hacer es esperar que pase mi cuarentena. Tengo cita con el Doctor Blanes el Lunes 16 de Enero, que ya habrán pasado 40 días desde el legrado, para hacerme una citología de control y para que me pida todas las pruebas, especialmente la histeroscopia. En cuanto esté el resultado de esta prueba, si todo ha salido bien, ya podemos programar una nueva transferencia para el siguiente ciclo, que seguramente me lo tendrán que provocar, porque ya me han confirmado que mis ovarios vuelven a estar en reposo y es posible que no me baje la regla.

Hoy me encuentro un poco más animada con todo esto, no sé mañana ni los próximos días cómo estaré, pero necesitaba tener respuestas a muchas dudas y necesitaba un plan, y aunque explicaciones claras a lo que ha ocurrido hemos tenido pocas, por lo menos he resuelto todas las dudas que había en mi cabeza, y descartado posibilidades.

lunes, 19 de diciembre de 2016

INDIGNACION



Hoy me encuentro un poco más calmada, pero días atrás he sentido una rabia descomunal contra todo, y especialmente contra los profesionales médicos que hay detrás de todas estas malas experiencias. No dudo que todo el mundo intenta hacer lo mejor posible su trabajo. Pero cuando sientes tanto dolor, cualquier mínimo detalle tonto, te hace estallar. Y eso me ha pasado a mí hace unos días. El Viernes fui a recoger el resultado del análisis anatomopatológico al Hospital 9 de Octubre, donde me hicieron el legrado. Y el resultado es incomprensible para mí. Me dan rabia dos cosas, una es que esté escrito en un lenguaje totalmente incomprensible, y la otra (quizá la peor) es que dice LITERALMENTE  lo mismo (¡¡exactamente igual!!) que en el anterior informe de mi anterior aborto. ¿Cómo puede ser eso?. ¿Qué pasa, que hay una plantilla “de copia y pega” para estos casos?. No aporta absolutamente nada de claridad ni una mínima explicación de lo sucedido. Se limita a muchas palabras técnicas y faltas de sentido:

Descripción macroscópica: Fragmento irregular de coloración rosada de 2x2 centímetros.
Descripción microscópica: Amplias e irregulares formaciones deciduales de grandes células con citoplasma eosinófilo, yuxtapuestas con sufusiones hemorrágicas y cambios inflamatorios y autolíticos. Se acompañan de vellosidades coriales de estroma laxo y edematoso, con tapizamiento trofoblástico, que adoptan formas irregulares sin verse microquistes o cambios de proliferación o hiperplasia trofoblástica.

Imposible entender algo con todos estos términos tan raros. ¿Qué coño significa?. La vez anterior nos callaron la boca diciendo que eso significaba que el embrión venía mal, con malformaciones, y que la naturaleza que es muy sabia… (esto siempre me hace mucha gracia) lo había detenido. La explicación que me dieron sobre por qué venía mal mi bebé era que mis óvulos eran viejos, de mala calidad, y cargados de anomalías genéticas. Vale, bien, no tuve más remedio que aceptarlo. ¿Pero y ahora?, el DGP salió perfecto para esos embriones. A lo mejor es que esa parrafada que me han soltado es una puta mierda y no significa nada de nada.

jueves, 15 de diciembre de 2016

TEORIAS ABSURDAS


Hoy sólo quiero un poco de paz y de silencio, al menos durante unas horas. La semana está siendo muy dura, mi estado de ánimo no acompaña y mi cabeza no deja de pensar, de darle vueltas, de buscar respuestas. Me siento triste y desanimada con todo, abatida. Se acercan las navidades y yo no tengo ninguna ilusión por vivirlas, no quiero celebrar nada… Necesito la mañana para descansar, para vivir mi dolor sin tener que ver a nadie y hacer esfuerzos por aparentar entereza. Quiero estar sola. Me gustaría quedarme en un rincón y desaparecer. Ojalá pudiera aislarme del mundo, de todo, durante varios días. Me iría con Goku, lejos, lejísimos, donde no tuviera que estar pendiente de poner buena cara. Sé que todo el mundo comprende y empatiza conmigo y con lo que estoy pasando, todos se muestran súper comprensivos conmigo. Pero aún así sigue habiendo esfuerzos que tengo que hacer y que preferiría no tener que hacerlos. Si me dieran a elegir, no celebraría ningún acto estas navidades, ni Nochebuena, ni Nochevieja, ni nada de nada. Dejaría pasar el tiempo y los días, sin más. Pero está mi familia, están mis sobrinos, y tengo que hacerlo por ellos, aunque las ganas de llorar me estén acompañando en todo momento. Ya veremos cómo consigo sobrevivir a estas semanas.

Últimamente se nos pasa de todo por la cabeza. Cuando ocurre algo para lo que no hay explicación, es inevitable ponerte a buscar respuestas de las formas más curiosas. Es lo que tiene la mente, que no puede parar hasta que consigue encajar las piezas y darle algo de sentido a lo que está viviendo, y más, a lo que está sufriendo. Hay dos teorías absurdas que me gustaría compartir, sacar de mi pensamiento, porque aún siendo ridículas y extravagantes, no dejan de revolotear por mi mente. Al pensarlo con calma, me da hasta vergüenza decirlas en voz alta, pero están ahí, y ojalá llegue un momento en que tengamos súper claro lo que ha ocurrido y las lleguemos a descartar.

1.     Algo maligno en mi casa… Ya sé que suena a película barata de terror. Es más una idea de Goku, pero que cuando compartió conmigo, mi mente le pudo dar todo el sentido del mundo, al menos por un tiempo. Teníamos una periquita, que se llamaba Daeneris, que nunca consiguió poner huevos, o si los ponía, siempre estaban vacíos, y al final se murió en el intento, sin llegar a ser madre en ningún momento. La pregunta es: ¿es que hay algo en mi casa, en el ambiente, que influye negativamente en la maternidad, venga de quien venga?...
2.     Un error de laboratorio… Teníamos 6 embriones, 3 buenos y 3 malos. Cuando le pregunté a la bióloga que habló con nosotros qué pasaría si me hubiesen puesto los embriones “alterados”, me dijo que claramente habrían acabado en aborto. Y eso es justo lo que ha pasado. La pregunta es: ¿pueden haber cometido un error y nos hemos quedado con los 3 embriones malos y se han podido destruir los 3 embriones sanos?. Esto sería algo horrible, porque significaría que los dos que nos quedan acabarían en aborto también o en el peor de los casos, en niños con problemas mentales o malformaciones...

No sé si a lo largo de los días irán apareciendo más teorías absurdas sobre lo que nos ha pasado. Obviamente, nos falta la respuesta médica, que seguramente estará mucho más acertada que éstas razones que se nos ocurren a nosotros. Lo que más temo es que me acaben diciendo que no tiene explicación clara, y que son simplemente cosas que pasan, y que a nivel estadístico es una probabilidad más, aunque sea pequeña, y nos ha tocado a nosotros. Temo también que concluyan diciéndonos que no le demos más vueltas, y lo aceptemos sin más. Eso me dejaría muchas incógnitas abiertas, y lo peor, no poder tomar precauciones o medidas de cara al siguiente embarazo.

Tampoco quiero hablar con nadie de estos asuntos, porque siento que cuando lo hago, pierdo objetividad, me afloran las lágrimas y dejo de pensar con claridad y sólo siento rabia. Y tampoco quiero escuchar a la gente consolándome, quitándole importancia a lo que ha pasado, dando ¿por sentado? que la próxima vez será la definitiva. Sé que es lo que tienen que decir, lo que a ellos les hace sentirse mejor cuando lo dicen, pero no es la verdad. Jamás pondría una mala cara cuando se dirigen a mí intentando darme consuelo, ni se me ocurriría, todo lo contrario, sonrío y agradezco el interés que tienen en reconfortarme, acepto los abrazos y las palabras que quieran darme. Porque sé que en el fondo no hay consuelo posible, y al menos prefiero quedarme con la buena intención de la gente. Ya soporto suficientes rabias por mí misma, no puedo permitir que el resto de personas me despierten más. Por eso quiero y necesito estar a solas, con mi silencio, con mis pensamientos, con mis dolores y con mis teorías absurdas.

martes, 13 de diciembre de 2016

DE NUEVO SOLA



De nuevo en mi despacho, con todas estas sensaciones de soledad y vacío en mi corazón, dando vueltas a la cabeza, buscando el modo de asimilar y continuar con mi vida. Pero no sé hacerlo. Yo me había mentalizado para otro tipo de vida, no para volver a estar en el mismo punto de siempre, perdida, sin objetivos, sin un futuro claro. No sé qué va a pasar a partir de ahora, pero lo que sí sé es que estoy cansada, que no quiero pasar más veces por aquí y no tengo fuerzas para continuar la lucha. Más pruebas, más ecografías (la mayoría desoladoras), más pastillas, más pinchazos, más tiempos de espera interminables, más nervios e incertidumbre. Pensábamos que había pasado lo peor, que nos habíamos quitado de encima la parte más difícil y costosa a nivel mental y a nivel físico. Sólo me quedaban 4 semanas para acabar con toda la medicación, salvo los pinchazos de heparina, a los que ya me iba acostumbrando. Todo ese esfuerzo tirado a la basura, todo ese dinero tirado a la basura, todas mis ilusiones tiradas a la basura. Para acabar sin mi niña.

Sin mi niña…
Esa es la peor parte de todas. La de saber que no la conoceré, ni sabré qué carita habría tenido, sin poder verla crecer, sin poder abrazarla. Y sin poder recibir su cariño, sus besitos, sus risas. Me lo voy a perder todo. Ojalá exista un lugar donde ella pueda ser todo eso, sin su mamá y sin su papá… Qué injusto, por favor… Tantas y tantas personas en el mundo quitándole la vida a sus propios hijos, abortando, y yo, que me había enamorado de mi niña desde el primer instante, que la deseaba con todo mi corazón, ¡¡a mí me la quitan!!. ¿POR QUÉ?. Por más vueltas que le dé al asunto no logro entenderlo. Mi capacidad de razonamiento en este momento no llega a asimilar que estas cosas pasen, no lo acepto, no tiene explicación, pero yo quiero saberla!, necesito saber qué ha ocurrido exactamente, en qué instante, en qué momento, en qué segundo, y de qué manera exacta y concreta, por qué motivo, si hay culpables o responsables, si ha habido negligencias por alguna parte, si yo misma he podido hacer algo mal.

Esta mañana he entrado en un foro, buscando personas que les haya pasado lo mismo que a mí. No he encontrado a nadie que haya tomado tantas medidas como nosotros y que le haya salido mal el embarazo, y por eso he decidido registrarme y hacer una consulta a los especialistas. Soy consciente de que estas mismas dudas las tengo que trasladar a mi ginecólogo y a la Clínica, pero mientras tanto, no puedo esperar, y necesito que alguien me ayude a encontrar respuestas.

lunes, 12 de diciembre de 2016

HA VUELTO A PASAR... ABORTO DIFERIDO



Ha vuelto a pasar…
Mi pequeña se ha ido.
Y yo vuelvo a sentir un vacío en mi interior que no había experimentado antes de perder a mis bebés. Han sido dos semanas de las peores de mi vida. Goku dice que está roto, y a mí me pasa algo parecido. Nunca vamos a volver a ser los mismos que antes de vivir esta pesadilla. No paramos de hacernos mil preguntas, de sentir que la vida es injusta y que no nos merecemos todo esto que nos pasa.
Nuestras ilusiones.
Nuestras esperanzas.
Nuestro futuro.
Nuestra vida.
Nuestra pequeña.
Ahora está todo ROTO.

Llegamos el Miércoles 30 a la consulta del ginecólogo algo nerviosos, pero sobre todo emocionados por poder ver y escuchar a nuestra niña por primera vez. No se me pasó por la cabeza que algo pudiera salir mal, tenía además muchas preguntas para el médico para las siguientes semanas. Me desnudé la tripa y me acosté en la camilla. Goku conmigo. Y el médico no encontraba el embrión, otra vez. Sin latido, otra vez. Nos dijo que no precipitásemos nada, que era mejor asegurarse con una doppler, pero yo ya sabía en ese momento que nada me iba a devolver a mi niña. De nuevo, el bloqueo, la losa en el pecho, la cabeza a punto de explotar. Nos hicieron una doppler de urgencia y me diagnosticaron un aborto diferido. No me podía creer que estuviéramos pasando por lo mismo otra vez… No… por favor, otra vez no… ¿POR QUÉ?????????... ¿Qué había pasado?????. Todavía hoy, no tenemos respuesta para esta pregunta.

En todo este tiempo, cada vez que me asaltaban las dudas y los miedos, intentaba decirme a mí misma que esta vez era diferente, que todo estaba más controlado, que mi bebé tenía todo lo que necesitaba. Había sido el mejor de los embriones. No hemos reparado en gastos para llevar a cabo todos los análisis necesarios para evitar cualquier riesgo. Mis pinchazos de heparina cada día, dolorosos, horribles, de los que dejan muchas marcas y moraduras en la tripa. Mis 14 pastillas de hormonas diarias. Mi pastilla de suplementos vitamínicos. Mis parches de estrógenos cada dos días, que me daban tanta reacción a la piel. Una buena implantación, una beta alta y estupenda. Un saco gestacional bien posicionado, bien sujeto. Un embrión de clase A, perfecto, con todos sus análisis hechos y pasados. Esta vez no iba a detenerse el embarazo porque mi bebé no viniese bien, como nos pasó en Enero. Todos estos argumentos formaban parte de mi discurso constante, para permitirme vivir un embarazo en condiciones y sin que se viera ensombrecido por mi experiencia pasada. Incluso nos animamos a contarlo a casi todo el mundo, dando por sentado que en esta ocasión teníamos más garantías. Y hemos acabado igual de destrozados. ¿Qué voy a hacer ahora?. ¿Cómo voy a poder afrontar mi siguiente embarazo con positividad y sin morirme de miedo?. Ya no tengo argumentos, ya no dispongo de ningún discurso válido. Todo puede pasar, incluso lo peor, por muy optimista que plantees las cosas. Qué impotencia, qué indefensión más grande. Porque en este tema nunca nada está asegurado. Porque me temo que nos vamos a quedar sin respuestas, y nada va a hacer que comprendamos qué ha ocurrido y si podíamos haberlo evitado, o si podremos evitar que pueda volver a suceder en un futuro. He cuidado con esmero mi alimentación, mis hábitos de sueño. He tenido cuidado también con la sobrecarga de trabajo, he tomado muchas medidas a nivel laboral, para no estresarme más de lo normal. He hecho TODO lo que me han dicho en cada momento. Y vuelvo a estar vacía de nuevo, triste y desesperanzada.

lunes, 28 de noviembre de 2016

ME SIENTO MAL, PERO FELIZ...



Ufff, menudo fin de semana!. Las náuseas se han multiplicado por mil, me paso los días con angustia y ganas de vomitar. Es una sensación física tremendamente incómoda, porque no llegas a vomitar realmente, y aunque lo hiciese, la sensación no desaparecería nunca. Yo creo que no vomito porque soy muy resistente a las náuseas y puedo aguantarlas bien, pero mi cuerpo está en todo momento preparado para echar la pota. Todos los olores me molestan, los ricos y los asquerosos. Sólo cuando me pongo a comer y se me va llenando el estómago, es cuando siento alivio. Pero en cuanto paro, inmediatamente después vuelven rápidamente las náuseas de nuevo y ya no se van en todo el día. Y encima, todo lo que como se me vuelve ácido en el estómago y me paso el día eructando y con ese sabor ácido en la boca. También siento desgana y cansancio general muy intenso, aunque esto va a momentos, tengo algunos ratos donde me encuentro un poco mejor y con algo más de energía, aunque son pocos. El resto del tiempo tengo sueño, cansancio, malestar general, me cuesta respirar adecuadamente. Lo único que quiere mi cuerpo es acostarse, estar tumbado, relajado, y no moverse. Pero es algo imposible!. Tengo que seguir con el día a día, especialmente con mi trabajo y mis responsabilidades.

La semana pasada me hice análisis de sangre y ya tengo los resultados. Está todo más o menos bien. Pero los niveles de hierro están algo bajos y me encuentro en el límite inferior de algunos valores. He buscado información por Internet y eso indica algo de anemia, que por otra parte es bastante habitual en un embarazo, pero a lo mejor el médico me manda el Miércoles algún suplemento de hierro. También me han salido un poco altos los triglicéridos. Ya me pasó una vez. No tienen tanto grado como para tener que medicarme, ni considerar que estoy en riesgo, pero estando embarazada, tengo que poner solución a eso. Seguramente podría cuidar un poco mejor mi alimentación. Aunque en este momento, con tantas náuseas, no creas que tengo mucha apetencia por nada, todo me resulta pesado de comer. Por no hablar de las pocas ganas que tengo de ponerme a cocinar nada, porque además aprovecho todo el tiempo libre que tengo para tumbarme un rato y descansar. El Miércoles, cuando vayamos a la ecografía, le diré al ginecólogo que me recete algo para las náuseas, a ver si así voy recuperando poco a poco las ganas de comer, la energía y arranco.

jueves, 24 de noviembre de 2016

ESTA VEZ SI, POR FAVOR!



Se me hace tan difícil a veces encontrar el momento de sentarme a escribir… Por una cosa u otra, no he podido hacerlo hasta hoy. Y yo sé que me vendría muy bien descargar y hablar un poco de todo lo que me está pasando, de todos mis miedos, pero siento que me cuesta organizarme y que me despisto con mucha facilidad.

La ecografía que me hicieron el Viernes pasado, estuvo bien, pero nos dio muy poca información. Se veía el saco gestacional, bien situado, bien cogido y en una zona del útero perfecta. Pero nada más. Ni se veía embrión ni se detectaba tampoco el latido todavía. Aparentemente puede ser algo normal, porque estoy de muy poquito tiempo, pero (malditas comparaciones…) otras mujeres en sus ecografías estando del mismo tiempo que yo, han escuchado sin problemas el latido de sus bebés. LATIDO… Es que no imaginas lo importante que es para nosotros esa palabra, lo significativa que es. LATIDO… Y todavía no hemos podido comprobar que mi niña lo tenga… LATIDO…

El Sábado durante la mañana, yo me notaba tironcitos en el bajo vientre, más habituales que de costumbre. Después de comer, nos tumbamos un ratito a hacer la siesta, unos 20 minutos, y cuando me levanté para ducharme para irme a misa, me encontré con el salvaslip manchado de sangre. No era muy abundante, ni líquida, ni roja. Era una mancha más bien espesa, de sangre amarronada. El susto fue tremendo y nos fuimos corriendo a urgencias. Allí me hicieron otra ecografía vaginal y me dijeron lo mismo que el día anterior, que era pronto para saber nada, que el saco estaba allí, pero no se veía nada más, y que muchas mujeres sangran durante el primer trimestre y no quiere decir nada malo. Que hiciera reposo total y que fuera el Lunes al ginecólogo para que valorara la situación. Eso hice. El Domingo lo pasé entero en la cama. Y el Lunes a las 8:20 tenía cita con el médico. Me acompañó mi padre, porque Goku está toda esta semana en un curso en Madrid súper importante al que no podía faltar, aunque el pobre se ha ido con todo el dolor de su corazón, y llamándome cada dos por tres para ver cómo estoy. El médico me hizo otra ecografía (esta vez en el vientre) y la información seguía siendo, para mi pesar, la misma: sin embrión, sin latido, pero pronto para adelantar nada… El Miércoles que viene (día 30 de Noviembre) haremos otra ecografía y se supone que en esa ya estaré del tiempo suficiente (y de sobra) para que se vea el embrión y se escuche el latido sin problemas. Me dijo que me fuera a casa, me metiera en la cama y no saliera de allí en 48 horas. Si durante ese tiempo no sangraba nada, el Miércoles podría volver a mi vida normal. Han sido dos días aburridísimos, metida en la cama, sin moverme a penas, todo por mi bebé. Y no he sangrado nada, así que ayer ya recuperé mi vida normal, pero me encontraba súper floja, súper débil y súper cansada, así que excepto el tiempo que estuve con los pacientes, el resto me lo pasé tumbada en el sofá del despacho. Me acompañó durante todo el día un ligero mareo y un poco de angustia, que por la tarde ya se hizo casi insoportable. Me había llegado tan de repente el síntoma de las náuseas, que mi madre me dijo que a ver si iba a ser un virus y no un síntoma de embarazo. Pero no llegué a vomitar en ningún momento ni me sentó mal la comida (lo poco que comí, porque no tenía casi ganas). Me acosté con muchísimo malestar y dolor de tripa, pero en cuanto me relajé y me dormí, se me pasó. He dormido del tirón y me he levantado muy bien, de nuevo sin síntomas. Aunque conforme va avanzando el día, me noto una ligera fatiga. Tengo muchos gases y estoy eructando constantemente, algo de acidez en el estómago y sensación de náuseas, pero muy leves. No sé si empeorará durante la tarde, como me pasó ayer. Espero que no, porque realmente, las últimas dos terapias del día las llevé un poquito mal, y cuando terminé, sólo tenía ganas de acurrucarme y que se pasara el dolor de estómago. Lo que peor llevé fue tener que conducir hasta mi casa, tarde, con sueño, con náuseas.. Ufff, me costó un montón llegar. Por un lado me siento tranquila y algo feliz, porque este síntoma, aunque molesto, a mí me relaja y me ayuda a pensar que todo va bien ahí dentro. Me preocupa más la próxima ecografía, porque hasta que no la hagamos, no podemos tener la certeza de que mi niña está bien. Pero imagínate cómo estamos de nerviosos. De nuevo la espera eterna hasta el Miércoles que viene. ¡¡Casi una semana entera!!.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

EMBARAZADA DE NUEVO




Tengo miles de sentimientos encontrados. Intento pensar en positivo y decirme a mí misma que todo va a salir bien, que todo está yendo bien, pero en muchos momentos me asalta el miedo, las dudas, la incertidumbre de si esta vez mi niña se quedará conmigo o no. Desde que nos dieron el positivo no hemos tenido ningún indicio más de que todo esté marchando correctamente. Casi no tengo síntomas, y los que tengo (dolor de mamas, insomnio por las noches y cansancio general) podrían explicarse perfectamente por la cantidad de pastillas, pinchazos y hormonas que estoy tomando. Me angustia pensar que puedo haberla perdido durante estos 10 días hasta la ecografía, que algo puede haber ido mal, que puede que no tenga latido su corazón… Me observo y me analizo constantemente buscando signos de su presencia, intento escuchar mi intuición, esa que dicen que sienten todas las madres cuando se quedan embarazadas, pero no percibo nada y no sé si es porque tengo miedo y estoy bloqueada, o porque no está ocurriendo nada en realidad. Cada “mini paso” que damos se me hace eterno, es todo un mundo de espera para mí. Todavía faltan dos días, ¡¡dos!!, para el Viernes y para saber si todo está en su sitio y mi niña tiene vida. A veces puede pasar que al ser tan pronto, la ecografía no detecte todavía los latidos de su corazón, y eso pospondría más esta incertidumbre…

En el anterior embarazo, tuve algunos episodios de dolor muy intenso en el bajo vientre. Aparentemente no tuvieron nada que ver con el aborto, yo perdí a mi bebé porque se suponía que no se estaba formando bien. Pero en varias ocasiones, antes de que eso pasara, había tenido esos dolores tan punzantes. Creo recordar que fueron 5 las veces en las que me pasó. Y siempre después de tener un orgasmo. Yo estaba súper rayada, le cogí un poco de miedo al sexo incluso, porque coincidió todas las veces con que antes había tenido un orgasmo, y el dolor que se me ponía después era horrible, y duraba unos 10-15 minutos, haciendo que me retorciera como una serpiente. Bueno, pues esta vez vuelve a sucederme lo mismo. No hemos vuelto a tener relaciones sexuales desde que todo esto empezó (primero porque nos las prohibieron y después porque sigo teniendo miedo a ese dolor). Pero durmiendo no puedo controlarme, y he tenido ya en dos ocasiones dos sueños eróticos en los que acababa alcanzando el orgasmo, y el dolor con el que me despertaba en ese momento era insoportable. Me aterra poder estar haciéndole daño a mi niña con esos ataques. Si por mí fuera, no volvería a tener ni un solo orgasmo durante el embarazo, pero si estoy durmiendo, no lo puedo evitar, no depende de mi control!. Es horrible. En el embarazo anterior se lo comenté al médico y no le dio ninguna importancia, aunque decidió haberme una doppler para confirmar que todo estuviese bien. Fue en esa doppler donde escuchamos por primera, única y última vez los latidos de nuestro bebé, porque dos semanas después cuando fuimos a la revisión general, ya se había parado su corazón. ¿Tuvieron algo que ver los ataques de dolor que había estado teniendo?. ¿Me puede volver a pasar lo mismo ahora?. Me temo que el médico me va a dar la misma respuesta que me dio en su momento y no le va a dar importancia tampoco esta vez, pero yo estoy aterrada. No he conocido ni escuchado a nadie que le haya pasado lo que me está pasando a mí. Me parece súper raro, y me confunde mucho que esté tan asociado con el sexo, ¿por qué?, no es normal!!. He oído que al contraerse el útero con los orgasmos puede tirar un poquito y molestar, pero te garantizo que no es una molestia leve la que yo siento en esos momentos, desearía arrancarme el vientre cuando estoy así, y eso no son leves molestias o “tironcitos”… Es una punzada fría, muy dolorosa. Sólo recuerdo un dolor algo parecido en una ocasión que tuve infección de orina, y en esa ocasión era incluso más leve. Quizá se trate de eso. Ojalá sea sólo eso. No me importaría soportar todos los dolores que haga falta si estoy segura que mi bebé no sufre con ellos. A lo mejor por eso estoy sufriendo tanto de insomnio, y quizá mi cuerpo se desvele durante la noche, para evitar inconscientemente los sueños eróticos.

lunes, 14 de noviembre de 2016

BETA POSITIVA!!!



BETA POSITIVA!!!. Y al parecer, bastante buena, de 292 unidades. El día que nos lo confirmaron, se me hizo eterno, la espera fue de las peores de mi vida. Me sacaron sangre a las 8:00 y hasta las 10:30 no teníamos la cita con el médico. No tardó ni un minuto en confirmarnos el positivo, para que no estuviéramos sufriendo. Fue un alivio enorme!!, y muchísima alegría, se nos saltaron las lágrimas a los dos al escucharlo. Nos dejaron solos unos minutos para ir asimilando la buena noticia y luego ya nos explicaron cómo tenía que seguir con la medicación desde ese momento. Me dijeron que los valores del análisis habían salido muy bien, pero que debía continuar con la misma medicación durante todo el primer trimestre. El Viernes tenemos la primera ecografía y veremos si todo está yendo bien. Tengo muchas ganas de que llegue el Viernes, para tener la primera fotito de mi bebé dentro de mí.

Y es una niña!!!!. Es una información que podíamos solicitar al laboratorio que hizo el análisis pre-implantacional, y no dudamos ni un momento en pedirla. Me llamaron hace unos días para decírmelo, y estamos como locos de contentos. Mi niña… Vuelvo a sentirme como la vez anterior, súper feliz, súper animada y algo muy importante para mí, súper acompañada. Es una sensación preciosa, de saber que mi niña está conmigo a todas horas, alimentándose de mí, viviendo y creciendo dentro de mi tripita.

viernes, 4 de noviembre de 2016

TRANSFERENCIA Y BETAESPERA



Estoy en lo que llaman la “betaespera”. Diría que se me está haciendo un poco larga, pero intento llevarlo lo mejor que puedo… Los primeros días notaba muchos síntomas, y en el día 4 dejé de notarlos. Me preocupé un poco, pero en estos casos no se puede predecir nada, ni positivo ni negativo. Ayer me levanté y había manchado un poquito, de un color marrón claro. He leído que puede ser “sangrado de implantación”, y que es muy habitual. Llamé a la Clínica y me aconsejaron hacer reposo absoluto al menos durante ese día, y eso hice, no me moví de la cama en todo el día. No volví a sangrar más, así que hoy vuelvo a hacer vida más o menos normal. Como imaginarás, estoy en el despacho. Hoy voy a estar todo el día hasta las 18:00, porque tenía varios compromisos tanto esta mañana como esta tarde. Luego me iré rápidamente a Confirmación que empieza a las 19:00, hasta las 20:30.

Sobre la transferencia. Fue un día bastante intenso para Goku y para mí. Yo me levanté a las 4 de la mañana para hacer pis por última vez, porque tenía que ir con la vejiga llena de por lo menos 3 horas, y la cita la teníamos a las 7:30 de la mañana, y ya no pude volver a dormirme. Cuando llegamos me dijeron que tenía que esperar una hora más y yo estaba ya que no me aguantaba más. Tuve que orinar sólo un poquito, porque si no, no iba a aguantar. A las 8:30 ya estaba todo listo y me subieron a quirófanos. Me desnudé y me pusieron una bata, entramos en el quirófano y me dio mucha alegría encontrarme allí con el Doctor Javier Blanes, que fue quien llevó toda la operación. Fue algo doloroso, la verdad, yo creía que no dolería nada, pero en realidad molesta bastante. Pudimos ver en una pantalla el momento en el que entraba el embrión y fue súper emocionante. Se vio como un destello de luz, que luego me explicaron que es un efecto óptico porque meten el embrión a presión con agua, y es el efecto que aparece en la pantalla. Goku no pudo evitar echarse a llorar de lo emocionado que estaba. Yo es que estaba demasiado dolorida como para poder concentrarme en otras sensaciones más emocionales, pero sé que me sentía súper feliz. Duró muy poco tiempo, y en cuanto terminaron, me hicieron hacer pis, y me recostaron en una sala pequeña, donde me dieron un masaje de 20 minutos, para que me relajase. Me recomendaron reposo ese día y reposo relativo hasta la beta, que será el próximo Martes día 8 a las 10:30. Me lo estoy tomando muy en serio, porque en este momento, mi bebé es lo primero para mí, antes que mi trabajo o que mis responsabilidades en otros temas.

Tengo que reconocer que esta mañana hemos hecho un poco de trampa en una cosa. Y es que nos hemos hecho un test de embarazo. Resulta que tengo un montón de tests que me sobraron de las veces anteriores, que habíamos pedido por Internet. Ha sido toda una alegría descubrir que teníamos una rayita. Es demasiado pronto, lo sé de sobra, pero no me he podido resistir, la rayita que nos sale es muy tenue, de un rosita claro que se ve muy débil, pero nos ha subido mucho el ánimo a los dos, porque si aparece (aunque sea muy flojita) es muy buena señal. Tenemos intención de hacer un test cada mañana hasta la beta. Yo sólo quería poder ir preparada, tanto para algo bueno como, sobre todo, para algo malo. No quiero hacerme grandes ilusiones, porque puede pasar cualquier cosa, incluso que esté embarazada y lo pierda por algún otro motivo, pero me siento muy aliviada.

Al final nos quedaron 3 embriones. Ahora llevo puesto uno de ellos. Pero si algo no saliera bien durante el embarazo, es un alivio saber que dispongo de dos oportunidades más.

No sé si voy a tener tiempo de escribir algo más hasta después de la beta, porque no voy a estar por el despacho casi nada, y es aquí donde tengo el ordenador con este diario. Pero deseo con toda mi alma poder sentarme la próxima vez, con esperanza en el corazón, con mi bebé confirmado dentro de mí, y con muchas ilusiones y muy buen rollo, que tengo ganas ya de escribir algo menos deprimente!.

miércoles, 26 de octubre de 2016

MAÑANA ES EL GRAN DIA!



Al final, la transferencia se hará mañana por la mañana. Estoy nerviosa…

lunes, 24 de octubre de 2016

YA ESTA TODO EN MARCHA OTRA VEZ



¡¡Ay madre mía!!. Casi un mes sin escribir, y es justo ahora cuando están pasando todas las cosas significativas. Para que te hagas una idea de cómo voy últimamente… No sólo el despiste que llevo encima, sino la falta de tiempo de calidad, de tiempo de tranquilidad, que es el que yo necesito para sentarme a escribir. Esta mañana dispongo sólo de un ratito, pero al menos dejaré constancia de las cosas que están ocurriendo.

Por fortuna, cuando volví dos semanas después de que me vieran el quiste y me hicieron una ecografía a ver cómo estaba, había desaparecido ya. ¡¡La primera buena noticia en meses!!. Ese mismo día me dieron unas pautas de medicación distintas para las siguientes dos semanas. El Viernes pasado fue la entrega de la muestra de esperma de Goku. Teníamos 9 óvulos, de los cuales fecundaron 6 y 3 se perdieron. Eso es algo muy bueno. Tenemos ahora mismo 6 gametos en observación. Nos llaman de la Clínica cada día para contarnos cómo van evolucionando, y hasta ayer (Domingo), todavía siguen los 6. Mañana ya sabremos definitivamente qué calidades tienen y con cuántos tiraremos para adelante. De todos ellos, elegirán uno para la transferencia y el Miércoles me lo ponen. El resto los congelarán por si no nos sale bien a la primera, para poder tener más oportunidades.

Así que ya está aquí!!!!. Este Miércoles ya tendré a mi bebé dentro de mí. Tengo que guardar 2 o 3 días de reposo en casa, y luego, hasta el día 8, que es cuando me hacen el análisis de sangre para ver si estoy embarazada, tengo que guardar reposo relativo, sin esfuerzos, sin relaciones, sin demasiado estrés ni tensiones… De momento, me he cogido libre hasta después del puente del 1 de Noviembre, es decir, una semana entera. He cancelado todos los compromisos que tenía estos dos fines de semana. Me da mucha pena tener que faltar a cosas tan importantes para mí, pero obviamente, mi bebé es mucho más importante que todo, mucho más importante que cualquier otra cosa en el mundo, en este momento. Y nunca me perdonaría, si algo sale mal, no haber puesto TODO de mi parte.

jueves, 29 de septiembre de 2016

MOTIVANDOME UN POCO



Hoy es un día de esos que me encanta disponer, donde no tengo que ver ningún paciente y tengo muy pocos compromisos, con lo cual dispongo de mucho tiempo para mí misma y para mis reflexiones, para descifrar un poco el tipo de cosas que hay en mi cabeza, y encajar las piezas del puzzle. Y también para tomarme el día con calma y aprovechar el tiempo en otras cosas que me gustan más que mi trabajo. Ojalá pudiera vivir así, dedicada a mis cosas, mis proyectos, mis otras actividades… Imagino que es un deseo universal y que le pasa a todo el mundo. Pero yo estoy descubriendo por primera vez estas sensaciones, mi trabajo nunca me había saturado tanto como estos últimos meses. No se me había hecho nunca tan pesado trabajar, siempre me ha gustado la psicología, el trato con pacientes, dirigir una terapia e ir viendo su evolución. Me siento afortunada del trabajo que tengo, de haber vivido tantos años haciendo justo lo que más me gusta, y encima me ha ido muy bien. Pero últimamente, muy a mi pesar, todo está cambiando. Quisiera recuperar el entusiasmo que he tenido en otras épocas de mi vida para trabajar, la constancia, el impulso, las ideas, y sobre todo, las ganas. Y sin embargo, aquí me encuentro, desmotivada, cansada, con una sensación que tira de mí hacia abajo todo el tiempo y no me deja sacar la cabeza. No me ahoga, pero tampoco me deja respirar con normalidad.

Una de las cosas que también he estado reflexionando, es que creo que he identificado uno de los motivos por los que me encuentro tan mal últimamente: que no puedo hacer planes… Es mi naturaleza, así funciono yo, con objetivos, con planes, a través de la organización. Necesito una estructura de vida concreta, y eso me ayuda a centrarme y ser productiva. Estar a la espera de que suceda algo MUY IMPORTANTE y básico, me tiene bloqueada. El cambio de vida que supone ser madre es muy alto. Son muchas las cosas que tienen que suceder y muchas las cosas que van a tener que cambiar cuando me quede embarazada, y sobre todo después, cuando tenga a mi bebé. Pero como parece que nunca llega ese momento desde hace casi dos años, no puedo poner en marcha ninguno de los cambios, y no estaba preparada para que algo así pudiera suceder. No sé qué hacer hasta que suceda, porque no lo tenía previsto, y no sé qué se hace en estos casos. ¿Me vuelco en mi negocio o no es buen momento?, ¿inicio mis planes de adelgazamiento o es mejor esperar a que todo pase?, ¿retomo algunas de mis actividades o me espero, para no dejarlas abandonadas de nuevo enseguida?. Si yo hubiera sabido cuando todo empezó que me quedaban por delante casi dos años, quizá hubiera hecho las cosas de otra forma. Pero yo lo detuve todo a la espera de quedarme embarazada y no he sido capaz de resolver estos casi dos años de espera. No los considero perdidos, porque al menos he estado funcionando al mínimo en casi todo, pero si lo hubiera sabido, los habría aprovechado mucho más. Cosas tan tontas como la revisión ginecológica o mirarme los lunares de la piel, están paralizadas, porque siempre acabo pensando que si me quedo embarazada no va a tener mucho sentido haber hecho todo eso, y que mejor esperar hasta después. No me compro ropa porque siempre acabo pensando que ¿para qué?, si en poco tiempo tendré que estar comprándome otro tipo de ropa porque estaré embarazada. No me he comprado todavía una bici, porque no quiero que se quede parada recién comprada. No quiero coger muchos pacientes nuevos por si acaso empieza todo y necesito guardar reposo o no me encuentro bien. Pero así llevo más de un año, sin arrancar en muchas cosas “POR SI ACASO” me quedo embarazada. Así no puedo vivir. No puedo hacer planes. No tengo claro mi futuro más próximo, y por eso, entre otras cosas, me encuentro tan mal.

martes, 27 de septiembre de 2016

SIGO HARTA



Qué pocas ganas tengo de nada… Esta mañana pensé que quizá me vendría bien coger la bici. Echo mucho de menos ir en bici, pero como hacía tanto calor este verano, la tenía ahí aparcada, porque probé un día a cogerla y casi me da algo!. Estas dos últimas semanas, parece que el tiempo es más fresquito, y por eso me he animado a cogerla esta mañana. Echaba de menos los paseos, ir por la Alameda, la sensación de velocidad… ¿Y sabes qué?, pues que está haciendo hoy un calor para morirte. En uno de los termómetros de la ciudad ponía que hacía 34 grados. He llegado al despacho taaaaan sudada, que me he tenido que dar una ducha y todo. Y ahora estoy reventada. No tengo ganas de nada, ni de comer, ni de moverme, parece que el calor ha acabado con la poca energía que me quedaba. Y porque además, llevo algunos días rara, de mal humor, tristona, agotada física y emocionalmente. Siempre me encuentro a la espera de que algo pase, de que mi vida por fin se dirija donde yo quiero estar, embarazada, feliz, con planes de futuro de familia, viendo cambiar mi cuerpo, sintiendo a mi bebé dentro de mí.

martes, 20 de septiembre de 2016

ESTOY HARTA


Hoy tengo más conciencia de la situación que ayer. Y también tengo más rabia… Estoy harta, ¡¡HARTA!! de todo, de esperar, de desesperar, de recibir malas noticias, de posponer tanto el embarazo, de tener que comunicar a todo el mundo que me pregunta, que cancelamos de nuevo los planes. De tener que escuchar que tenga paciencia, aunque agradezco y valoro muchísimo que me lo digan, porque sé que es sincero por parte de los demás, pero no deja de darme rabia, sobre todo porque ya no sé de dónde sacarla. Y para colmo, hoy, un día duro de trabajo, cuando (como bien sabes si me conoces), lo único que tengo ganas es de esconderme, desaparecer del mundo, no hablar con nadie y quedarme con mis sentimientos y mis rabias (aunque sean negativos). Odio poner buena cara y forzar un buen humor que NO TENGO.

lunes, 19 de septiembre de 2016

NO PUEDO TENER TANTA MALA SUERTE



Ya tenemos REGLA!!!!. Desde ayer por la mañana. Se ha hecho de rogar bastante, casi he llegado a pensar que no me bajaría, porque casi llegamos a cumplir la semana de espera, pero ya está, ya ha bajado!!. Me pasé ayer un día horroroso de molestias y dolores en los riñones y los ovarios, pero súper contenta, porque por fin empezamos!!. A partir de hoy ya inicio el tratamiento, las pastillas, los pinchazos, las ilusiones, TODO!. Esta mañana he llamado a CREA y me han dicho que vaya esta tarde a las 15:00 a una ecografía de control y a hablar con la enfermera para aclararme todos los pasos siguientes. Quiero volver a pillar el punto que tenía hace tiempo con la ilusión de estar embarazada, ya no puede quedar muy lejos, así que ¿por qué no empezar ya?. Inconscientemente tengo todos los miedos del mundo, y es normal, no van a desaparecer. Pero a nivel consciente sí que puedo hacer algo, tengo que intentarlo!.

Con el tema del peso, voy fatal, muy, muy mal. Pensaba que ya había tocado fondo, o al menos lo suficiente para reaccionar y actuar. Pero no es así. Con la comida delante, me salto constantemente mis propios límites. Por ejemplo, quedamos a cenar el Sábado con unos amigos y no tuvimos en cuenta ninguna medida. Luego me siento fatal, pero no me sirve de mucho, porque ayer fuimos a comer con mi familia a un Restaurante para celebrar el cumpleaños de mi cuñada y de mi sobrino, ¡¡y lo mismo!!. No consigo hacerme el ánimo, ni consigo tampoco mantener mi intención y mi propósito. Me organizo constantemente dietas y menús semanales bajos en calorías, pero como siempre falla algo en algún momento (porque es imposible cumplir el 100% a raja tabla), lo acabo dejando. A lo mejor es algo tan tonto y tan absurdo como que yo había programado merendar un día una barrita de cereales y se me olvida comprarlas o me coincide esa tarde en el Despacho y no las he cogido de casa. En ese momento tengo que cambiar la merienda por otra cosa, y recurrir a algo que no había pensado, o en el peor de los casos, saltarme esa ingesta. O si yo había organizado una determinada cena, de repente Goku me pide que salgamos, y por no decirle que no, intento ponerla en alguna otra parte, para que no se eche a perder, y ya trastoco todo tanto que al final no acabo cumpliendo casi nada más. No encuentro el método que me ayude a reorganizar todos estos imprevistos tontos.

Para muestra, un botón. Por ejemplo, hoy había decidido comer una crema de calabacín que me dio mi suegra, y aquí se ha quedado muerta de risa en la nevera, porque me han puesto la cita con la Clínica a las 15:00 y no me esperaba este imprevisto. Al final he tenido que preparar unos bocadillos pequeños para mí y también para Goku, porque si no, el pobre hoy no le daba tiempo a comer, entre salir, venir a por mí e ir a la Clínica. Me había hecho a la idea de comerme un poquito de crema y alguna latita de caballa, y ya se ha ido al traste, porque obviamente no puedo preparar esa comida para llevar, y es mucho más fácil y práctico preparar un par de bocadillos que podemos comer en cualquier parte, sentados en un banco. Pues ahí lo tienes. Primer día de intención que se ha ido al traste. Y así me pasa constantemente.

Un poco más tarde… 
Sobre la visita a la Clínica. De nuevo tenemos mala suerte. De nuevo volvemos a cancelar todo hasta el siguiente ciclo. Ni si quiera sé identificar cómo me siento. Goku se ha puesto a llorar al salir, y yo no consigo reaccionar en ningún sentido. Vuelvo a sentirme anestesiada frente a estas cosas. Mi cuerpo ya no reacciona, mi mente ya no asimila nada más. Ni positivo, ni negativo. ¿Quizá me lo esperaba?. No lo sé, yo creo que no. Pero empiezo a acostumbrarme a que nada salga bien, a no acertar en ningún momento con esta situación. Mi mente lo ve cada vez más lejos y mi alma está agotada de sufrimientos. Ahora resulta que tengo un quiste en el ovario izquierdo, y aunque no tiene por qué ser malo, no es recomendable hormonarse teniendo un quiste, así que lo tengo que tratar antes de poder empezar. Me han puesto una medicación que es como un anticonceptivo, que detiene los cambios hormonales del ciclo, que por lo visto es lo que está alimentando al quiste, y dentro de dos semanas me harán otra ecografía para ver qué tal está yendo. ¿Pensabas que ya no podía salir mal nada más?, pues toma!!, imprevisto al canto!. ¿Cómo voy a conseguir tener ilusión si cada vez que se acerca, algo pasa que lo vuelve a alejar de mí?.

jueves, 15 de septiembre de 2016

ESPERANDO LA REGLA



Hace dos días terminó el tratamiento para que me baje la regla, y ahora estamos en los días críticos donde TIENE QUE SUCEDER. Se me pasa a menudo por la cabeza desde ayer el temor de que no me baje. Se supone que es algo imposible, pero, ¿y si me pasa a mí?. Hay tantas cosas que parecían imposibles y al final me han acabado pasando, que ya no sé qué es razonable temer y qué no. Porque con todas estas cosas nunca acierto, siempre acaba apareciendo algo que complica más y más mi embarazo, como si ese “algo” estuviera empeñado en hacerme sufrir cada vez más, llevarme a mi límite, boicotear mi maternidad. Y yo ya no sé cómo luchar con el desánimo y la desesperanza. Así que creo que es normal que aunque sea algo muy raro que no me baje la regla, me pueda parecer posible para mí en este momento.

Mi situación laboral va un poco mejor, pero no del todo. Realmente, casi han pasado ya los tres meses de baja que me pidió la gestora, y aunque ya no me encuentro tan mal como antes, sigo sintiendo que mi futuro está muy inestable, que no sé qué sorpresas me depara la vida en los próximos meses, si positivas o negativas, y que no me siento preparada para impulsar mi trabajo con fuerza. Yo esperaba que en estos 3 meses ya hubiera pasado algo y (para bien o para mal), ya tener encaminado nuestro objetivo dentro de la paternidad, pero seguimos igual…

jueves, 8 de septiembre de 2016

DIA NOSTALGICO



Hoy tengo el día nostálgico. De esos que sólo te apetece escuchar música triste y dejarte llevar por la melancolía. Y con ganas de llorar. No es dolor ni pena, es un estado distinto, un poco deprimido, pero no del todo negativo. Ojalá tuviera hoy el día desocupado, libre, para estar conmigo misma y explorar estas sensaciones, con pausa, con tranquilidad, averiguar de dónde vienen, y hacia dónde me llevarían. Pero no puedo. En algún momento me voy a tener que poner las pilas, porque hoy es un día intenso de trabajo. Por la mañana sólo tengo una terapia, pero es algo difícil. Y luego, la tarde está completa, desde las 16:00 hasta las 20:30 por lo menos, sin parar. Pero en este caso, no son terapias tan complicadas, por suerte. Pero bueno, aquí sigo yo con mis ganas de llorar, de momento. Y como dispongo de un par de horitas hasta que llegue mi paciente, a ver si escribiendo las aprovecho un poco. Tengo ganas de que pase rápido el tiempo, que pasen las semanas, entrar dentro de otra fase de mi vida y abandonar esta de una vez. Poder dejar atrás tanto sufrimiento, tanta ansiedad y desesperación. Y poder iniciar un momento más positivo de mi vida, donde me encuentre más motivada. Sólo haber empezado un tratamiento para que me baje la regla, ya hace que me sienta un poco más optimista. ¡¡¡¡¡Por fin estoy haciendo algo!!!!. Dejar de estar “a la espera” es lo que mejor me ha venido desde hace muchas semanas. No recupero la energía, es verdad, pero porque además estas pastillas al parecer dan mucho sueño, y es TOTALMENTE cierto. Ayer tuve que tumbarme a hacer una siesta por primera vez en meses.