Hoy tengo el
día nostálgico. De esos que sólo te apetece escuchar música triste y dejarte
llevar por la melancolía. Y con ganas de llorar. No es dolor ni pena, es un
estado distinto, un poco deprimido, pero no del todo negativo. Ojalá tuviera
hoy el día desocupado, libre, para estar conmigo misma y explorar estas
sensaciones, con pausa, con tranquilidad, averiguar de dónde vienen, y hacia
dónde me llevarían. Pero no puedo. En algún momento me voy a tener que poner las
pilas, porque hoy es un día intenso de trabajo. Por la mañana sólo tengo una
terapia, pero es algo difícil. Y luego, la tarde está completa, desde las 16:00
hasta las 20:30 por lo menos, sin parar. Pero en este caso, no son terapias tan
complicadas, por suerte. Pero bueno, aquí sigo yo con mis ganas de llorar, de
momento. Y como dispongo de un par de horitas hasta que llegue mi paciente, a
ver si escribiendo las aprovecho un poco. Tengo ganas de que pase rápido el
tiempo, que pasen las semanas, entrar dentro de otra fase de mi vida y
abandonar esta de una vez. Poder dejar atrás tanto sufrimiento, tanta ansiedad
y desesperación. Y poder iniciar un momento más positivo de mi vida, donde me
encuentre más motivada. Sólo haber empezado un tratamiento para que me baje la
regla, ya hace que me sienta un poco más optimista. ¡¡¡¡¡Por fin estoy haciendo
algo!!!!. Dejar de estar “a la espera” es lo que mejor me ha venido desde hace
muchas semanas. No recupero la energía, es verdad, pero porque además estas
pastillas al parecer dan mucho sueño, y es TOTALMENTE cierto. Ayer tuve que
tumbarme a hacer una siesta por primera vez en meses.
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