Hace dos días
terminó el tratamiento para que me baje la regla, y ahora estamos en los días
críticos donde TIENE QUE SUCEDER. Se me pasa a menudo por la cabeza desde ayer
el temor de que no me baje. Se supone que es algo imposible, pero, ¿y si me
pasa a mí?. Hay tantas cosas que parecían imposibles y al final me han acabado
pasando, que ya no sé qué es razonable temer y qué no. Porque con todas estas
cosas nunca acierto, siempre acaba apareciendo algo que complica más y más mi
embarazo, como si ese “algo” estuviera empeñado en hacerme sufrir cada vez más,
llevarme a mi límite, boicotear mi maternidad. Y yo ya no sé cómo luchar con el
desánimo y la desesperanza. Así que creo que es normal que aunque sea algo muy
raro que no me baje la regla, me pueda parecer posible para mí en este momento.
Mi situación
laboral va un poco mejor, pero no del todo. Realmente, casi han pasado ya los
tres meses de baja que me pidió la gestora, y aunque ya no me encuentro tan mal
como antes, sigo sintiendo que mi futuro está muy inestable, que no sé qué
sorpresas me depara la vida en los próximos meses, si positivas o negativas, y
que no me siento preparada para impulsar mi trabajo con fuerza. Yo esperaba que
en estos 3 meses ya hubiera pasado algo y (para bien o para mal), ya tener
encaminado nuestro objetivo dentro de la paternidad, pero seguimos igual…
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