jueves, 29 de diciembre de 2016

ADIOS 2016...


Hoy será quizá el último día que escriba en este año 2016. Mi deseo para el año 2017 es que nunca jamás se vuelva a repetir un año como el que hemos tenido. Obviamente, eso es imposible que ocurra, pero espero que tanto sufrimiento se quede atrás, que no tenga que pasar más veces por vivir el dolor de perder un embarazo.

¡¡Adiós 2016!!, ahógate, consúmete, desaparece de una vez. Siempre serás recordado como uno de los peores años de mi vida…

Llevo días elaborando un discurso motivador para lo que tengo por delante. Elaborando frases, argumentos y afirmaciones positivas que me ayuden a enfocar con ganas todo este proceso que aún me queda. Cuando lo tenga terminado, lo compartiré en este diario… Porque necesito hacer algo con mi mente. Recuperar una buena actitud es algo básico, quiero estar bien protegida para lo que pueda pasar, quiero vivir con un poco más de esperanza y alegría.

Y aquí termino este año… Los próximos días, los voy a intentar aprovechar para descansar y relajarme un poco. La semana que viene la he cogido de vacaciones, sólo trabajaré el Jueves, y porque era imposible dejar a algunos pacientes sin terapia (aunque ganas de trabajar, tengo muy pocas…). Pero me pueden más las responsabilidades. Si todo sale bien, el Viernes que viene nos iremos de fin de semana a alguna parte, ya lo contaré.

martes, 27 de diciembre de 2016

NECESITO NORMALIDAD

Los días claves de Navidad ya han pasado. Especialmente los que tienen que ver con reuniones familiares. Este año no ha habido cantos, ni juegos, ni risas (al menos por mi parte). No podía hacer otra cosa más que aguantar que pasaran las horas y se quedaran atrás todos los compromisos. Antes del aborto, llevaba meses preparando un video de mis sobrinos. Me estaba quedando precioso. Mi idea era ponérselo a mi familia en la cena y en la comida de Navidad. Me hacía especial ilusión sobre todo por el final del video, donde añadía un miembro más a nuestra familia, mi niña. Pero ahí se ha quedado todo, sin terminar, sin proyectar ni compartir con los míos. Me veo incapaz de continuar con el video, no he podido ni si quiera abrirlo todavía. Quizá otro año, porque la idea me parece preciosa…

Ya sólo queda la Nochevieja y los Reyes. La Nochevieja la vamos a pasar solos, en casa, porque ninguno de los dos queremos estar esa noche con nadie. Tomaremos las uvas y lloraremos un montón, eso lo tengo claro, y no quiero que nadie sea testigo de nuestro dolor. Supongo que compraremos algo de comer que nos haga un poquito de ilusión, probablemente ibéricos (yo con eso ya ceno súper a gusto), y volveremos a desear que las horas pasen rápido ese día. Y los Reyes, pues estamos intentando irnos a alguna parte, salir de Valencia y pasar un par de días fuera. Tenemos una pareja de amigos que quizá se apunten, en los próximos días nos confirmarán. Y si no solos, no me importa, aunque pueda ser un poquito más duro. Te aseguro que esto es lo único que me hace un pelín de ilusión en estos días, la posibilidad de un pequeño viaje con amigos, que nos haga desconectar un rato de todo.

Me cuesta arrancar un montón por las mañanas. No para levantarme, que eso por suerte sigo haciéndolo sin esfuerzo, si no para ponerme en marcha y afrontar las responsabilidades. Ya he pasado por aquí hace unos meses, creía que lo había superado, ya me había vuelto a acostumbrar al trabajo, a los pacientes, a la negatividad.

jueves, 22 de diciembre de 2016

REUNION CON LA CLINICA CREA



Tenía muchas ganas de que llegase el día de hoy y tengo muchas ganas de que también pase el día de hoy. Dentro de un rato, a las 12:00, tenemos la reunión con la Clínica, para sentarnos a valorar lo que ha pasado, hablar con la doctora Mónica Muñoz, y plantear los siguientes pasos. Estoy muy nerviosa. Me esperan por delante unas horas durillas, porque quiero prepararme bien para esta conversación. Es muy importante para mí lograr comprender. Puedo asimilar la pérdida de mi niña, puedo intentar sobreponerme y mirar hacia delante con algo más de optimismo y motivación, con esperanza y confianza, tanto en mí misma como en los médicos que nos están ayudando. Pero no puedo hacerlo si no tengo respuestas. He estado posponiendo hasta el último momento estas reflexiones, porque me hacen daño, y porque no soy capaz de seguir con mi vida con todas estas cosas en la cabeza. Pero hoy es el momento de soltarlas. Temo que no me lleven a ninguna parte, que se acaben quedando sin respuestas. Me genera mucha indefensión no poder darle sentido a lo que ha ocurrido y sobre todo, no poder prepararme mejor para mi siguiente embarazo, no tener argumentos tranquilizadores y volver a enfrentarme a ciegas a todo lo que nos queda por delante. Me he venido al despacho desde temprano, para disponer de este rato hasta las 12:00 para escribir, poner en orden mi cabeza, hacerme una lista de dudas y prepararme psicológicamente para la reunión.

Resultado de la reunión. 
Ya hemos vuelto de CREA. Yo llevaba, como siempre, mi lista de dudas escrita, mi reunión preparada. Y lo cierto es que la doctora ha ido respondiendo a todas mis dudas y se notaba que controlaba mucho todo lo que nos explicaba. Eso para mí es muy importante, porque me transmite confianza, profesionalidad y sobre todo tranquilidad. A lo mejor ella ya está acostumbrada a tener que defender lo indefendible, y simplemente se le puede dar bien, pero yo la he sentido honesta en todo momento, y al fin y al cabo, ha sido humilde para reconocer que encontrar una explicación que nos tranquilice es algo muy difícil. Bajo su opinión, lo que nos ha pasado tiene muy pocas posibilidades de repetirse. No obstante, y para nuestra tranquilidad, vamos a descartar algunas posibles causas, con un par de análisis más y una histeroscopia. La histeroscopia es para ver cómo está el útero y corregir si hay alguna alteración, y el análisis es sobre todo para ver cómo se encuentra mi nivel de Vitamina D, que al parecer es bastante habitual tenerlo muy bajo en casos de aborto. Ella piensa que después de comprobar estas últimas hipótesis, podemos continuar de nuevo y volver a intentarlo, teniendo esperanza en que saldrá bien, porque realmente estamos poniendo todo de nuestra parte y haciendo las cosas bien.

A partir de aquí, lo que tengo que hacer es esperar que pase mi cuarentena. Tengo cita con el Doctor Blanes el Lunes 16 de Enero, que ya habrán pasado 40 días desde el legrado, para hacerme una citología de control y para que me pida todas las pruebas, especialmente la histeroscopia. En cuanto esté el resultado de esta prueba, si todo ha salido bien, ya podemos programar una nueva transferencia para el siguiente ciclo, que seguramente me lo tendrán que provocar, porque ya me han confirmado que mis ovarios vuelven a estar en reposo y es posible que no me baje la regla.

Hoy me encuentro un poco más animada con todo esto, no sé mañana ni los próximos días cómo estaré, pero necesitaba tener respuestas a muchas dudas y necesitaba un plan, y aunque explicaciones claras a lo que ha ocurrido hemos tenido pocas, por lo menos he resuelto todas las dudas que había en mi cabeza, y descartado posibilidades.

lunes, 19 de diciembre de 2016

INDIGNACION



Hoy me encuentro un poco más calmada, pero días atrás he sentido una rabia descomunal contra todo, y especialmente contra los profesionales médicos que hay detrás de todas estas malas experiencias. No dudo que todo el mundo intenta hacer lo mejor posible su trabajo. Pero cuando sientes tanto dolor, cualquier mínimo detalle tonto, te hace estallar. Y eso me ha pasado a mí hace unos días. El Viernes fui a recoger el resultado del análisis anatomopatológico al Hospital 9 de Octubre, donde me hicieron el legrado. Y el resultado es incomprensible para mí. Me dan rabia dos cosas, una es que esté escrito en un lenguaje totalmente incomprensible, y la otra (quizá la peor) es que dice LITERALMENTE  lo mismo (¡¡exactamente igual!!) que en el anterior informe de mi anterior aborto. ¿Cómo puede ser eso?. ¿Qué pasa, que hay una plantilla “de copia y pega” para estos casos?. No aporta absolutamente nada de claridad ni una mínima explicación de lo sucedido. Se limita a muchas palabras técnicas y faltas de sentido:

Descripción macroscópica: Fragmento irregular de coloración rosada de 2x2 centímetros.
Descripción microscópica: Amplias e irregulares formaciones deciduales de grandes células con citoplasma eosinófilo, yuxtapuestas con sufusiones hemorrágicas y cambios inflamatorios y autolíticos. Se acompañan de vellosidades coriales de estroma laxo y edematoso, con tapizamiento trofoblástico, que adoptan formas irregulares sin verse microquistes o cambios de proliferación o hiperplasia trofoblástica.

Imposible entender algo con todos estos términos tan raros. ¿Qué coño significa?. La vez anterior nos callaron la boca diciendo que eso significaba que el embrión venía mal, con malformaciones, y que la naturaleza que es muy sabia… (esto siempre me hace mucha gracia) lo había detenido. La explicación que me dieron sobre por qué venía mal mi bebé era que mis óvulos eran viejos, de mala calidad, y cargados de anomalías genéticas. Vale, bien, no tuve más remedio que aceptarlo. ¿Pero y ahora?, el DGP salió perfecto para esos embriones. A lo mejor es que esa parrafada que me han soltado es una puta mierda y no significa nada de nada.

jueves, 15 de diciembre de 2016

TEORIAS ABSURDAS


Hoy sólo quiero un poco de paz y de silencio, al menos durante unas horas. La semana está siendo muy dura, mi estado de ánimo no acompaña y mi cabeza no deja de pensar, de darle vueltas, de buscar respuestas. Me siento triste y desanimada con todo, abatida. Se acercan las navidades y yo no tengo ninguna ilusión por vivirlas, no quiero celebrar nada… Necesito la mañana para descansar, para vivir mi dolor sin tener que ver a nadie y hacer esfuerzos por aparentar entereza. Quiero estar sola. Me gustaría quedarme en un rincón y desaparecer. Ojalá pudiera aislarme del mundo, de todo, durante varios días. Me iría con Goku, lejos, lejísimos, donde no tuviera que estar pendiente de poner buena cara. Sé que todo el mundo comprende y empatiza conmigo y con lo que estoy pasando, todos se muestran súper comprensivos conmigo. Pero aún así sigue habiendo esfuerzos que tengo que hacer y que preferiría no tener que hacerlos. Si me dieran a elegir, no celebraría ningún acto estas navidades, ni Nochebuena, ni Nochevieja, ni nada de nada. Dejaría pasar el tiempo y los días, sin más. Pero está mi familia, están mis sobrinos, y tengo que hacerlo por ellos, aunque las ganas de llorar me estén acompañando en todo momento. Ya veremos cómo consigo sobrevivir a estas semanas.

Últimamente se nos pasa de todo por la cabeza. Cuando ocurre algo para lo que no hay explicación, es inevitable ponerte a buscar respuestas de las formas más curiosas. Es lo que tiene la mente, que no puede parar hasta que consigue encajar las piezas y darle algo de sentido a lo que está viviendo, y más, a lo que está sufriendo. Hay dos teorías absurdas que me gustaría compartir, sacar de mi pensamiento, porque aún siendo ridículas y extravagantes, no dejan de revolotear por mi mente. Al pensarlo con calma, me da hasta vergüenza decirlas en voz alta, pero están ahí, y ojalá llegue un momento en que tengamos súper claro lo que ha ocurrido y las lleguemos a descartar.

1.     Algo maligno en mi casa… Ya sé que suena a película barata de terror. Es más una idea de Goku, pero que cuando compartió conmigo, mi mente le pudo dar todo el sentido del mundo, al menos por un tiempo. Teníamos una periquita, que se llamaba Daeneris, que nunca consiguió poner huevos, o si los ponía, siempre estaban vacíos, y al final se murió en el intento, sin llegar a ser madre en ningún momento. La pregunta es: ¿es que hay algo en mi casa, en el ambiente, que influye negativamente en la maternidad, venga de quien venga?...
2.     Un error de laboratorio… Teníamos 6 embriones, 3 buenos y 3 malos. Cuando le pregunté a la bióloga que habló con nosotros qué pasaría si me hubiesen puesto los embriones “alterados”, me dijo que claramente habrían acabado en aborto. Y eso es justo lo que ha pasado. La pregunta es: ¿pueden haber cometido un error y nos hemos quedado con los 3 embriones malos y se han podido destruir los 3 embriones sanos?. Esto sería algo horrible, porque significaría que los dos que nos quedan acabarían en aborto también o en el peor de los casos, en niños con problemas mentales o malformaciones...

No sé si a lo largo de los días irán apareciendo más teorías absurdas sobre lo que nos ha pasado. Obviamente, nos falta la respuesta médica, que seguramente estará mucho más acertada que éstas razones que se nos ocurren a nosotros. Lo que más temo es que me acaben diciendo que no tiene explicación clara, y que son simplemente cosas que pasan, y que a nivel estadístico es una probabilidad más, aunque sea pequeña, y nos ha tocado a nosotros. Temo también que concluyan diciéndonos que no le demos más vueltas, y lo aceptemos sin más. Eso me dejaría muchas incógnitas abiertas, y lo peor, no poder tomar precauciones o medidas de cara al siguiente embarazo.

Tampoco quiero hablar con nadie de estos asuntos, porque siento que cuando lo hago, pierdo objetividad, me afloran las lágrimas y dejo de pensar con claridad y sólo siento rabia. Y tampoco quiero escuchar a la gente consolándome, quitándole importancia a lo que ha pasado, dando ¿por sentado? que la próxima vez será la definitiva. Sé que es lo que tienen que decir, lo que a ellos les hace sentirse mejor cuando lo dicen, pero no es la verdad. Jamás pondría una mala cara cuando se dirigen a mí intentando darme consuelo, ni se me ocurriría, todo lo contrario, sonrío y agradezco el interés que tienen en reconfortarme, acepto los abrazos y las palabras que quieran darme. Porque sé que en el fondo no hay consuelo posible, y al menos prefiero quedarme con la buena intención de la gente. Ya soporto suficientes rabias por mí misma, no puedo permitir que el resto de personas me despierten más. Por eso quiero y necesito estar a solas, con mi silencio, con mis pensamientos, con mis dolores y con mis teorías absurdas.

martes, 13 de diciembre de 2016

DE NUEVO SOLA



De nuevo en mi despacho, con todas estas sensaciones de soledad y vacío en mi corazón, dando vueltas a la cabeza, buscando el modo de asimilar y continuar con mi vida. Pero no sé hacerlo. Yo me había mentalizado para otro tipo de vida, no para volver a estar en el mismo punto de siempre, perdida, sin objetivos, sin un futuro claro. No sé qué va a pasar a partir de ahora, pero lo que sí sé es que estoy cansada, que no quiero pasar más veces por aquí y no tengo fuerzas para continuar la lucha. Más pruebas, más ecografías (la mayoría desoladoras), más pastillas, más pinchazos, más tiempos de espera interminables, más nervios e incertidumbre. Pensábamos que había pasado lo peor, que nos habíamos quitado de encima la parte más difícil y costosa a nivel mental y a nivel físico. Sólo me quedaban 4 semanas para acabar con toda la medicación, salvo los pinchazos de heparina, a los que ya me iba acostumbrando. Todo ese esfuerzo tirado a la basura, todo ese dinero tirado a la basura, todas mis ilusiones tiradas a la basura. Para acabar sin mi niña.

Sin mi niña…
Esa es la peor parte de todas. La de saber que no la conoceré, ni sabré qué carita habría tenido, sin poder verla crecer, sin poder abrazarla. Y sin poder recibir su cariño, sus besitos, sus risas. Me lo voy a perder todo. Ojalá exista un lugar donde ella pueda ser todo eso, sin su mamá y sin su papá… Qué injusto, por favor… Tantas y tantas personas en el mundo quitándole la vida a sus propios hijos, abortando, y yo, que me había enamorado de mi niña desde el primer instante, que la deseaba con todo mi corazón, ¡¡a mí me la quitan!!. ¿POR QUÉ?. Por más vueltas que le dé al asunto no logro entenderlo. Mi capacidad de razonamiento en este momento no llega a asimilar que estas cosas pasen, no lo acepto, no tiene explicación, pero yo quiero saberla!, necesito saber qué ha ocurrido exactamente, en qué instante, en qué momento, en qué segundo, y de qué manera exacta y concreta, por qué motivo, si hay culpables o responsables, si ha habido negligencias por alguna parte, si yo misma he podido hacer algo mal.

Esta mañana he entrado en un foro, buscando personas que les haya pasado lo mismo que a mí. No he encontrado a nadie que haya tomado tantas medidas como nosotros y que le haya salido mal el embarazo, y por eso he decidido registrarme y hacer una consulta a los especialistas. Soy consciente de que estas mismas dudas las tengo que trasladar a mi ginecólogo y a la Clínica, pero mientras tanto, no puedo esperar, y necesito que alguien me ayude a encontrar respuestas.

lunes, 12 de diciembre de 2016

HA VUELTO A PASAR... ABORTO DIFERIDO



Ha vuelto a pasar…
Mi pequeña se ha ido.
Y yo vuelvo a sentir un vacío en mi interior que no había experimentado antes de perder a mis bebés. Han sido dos semanas de las peores de mi vida. Goku dice que está roto, y a mí me pasa algo parecido. Nunca vamos a volver a ser los mismos que antes de vivir esta pesadilla. No paramos de hacernos mil preguntas, de sentir que la vida es injusta y que no nos merecemos todo esto que nos pasa.
Nuestras ilusiones.
Nuestras esperanzas.
Nuestro futuro.
Nuestra vida.
Nuestra pequeña.
Ahora está todo ROTO.

Llegamos el Miércoles 30 a la consulta del ginecólogo algo nerviosos, pero sobre todo emocionados por poder ver y escuchar a nuestra niña por primera vez. No se me pasó por la cabeza que algo pudiera salir mal, tenía además muchas preguntas para el médico para las siguientes semanas. Me desnudé la tripa y me acosté en la camilla. Goku conmigo. Y el médico no encontraba el embrión, otra vez. Sin latido, otra vez. Nos dijo que no precipitásemos nada, que era mejor asegurarse con una doppler, pero yo ya sabía en ese momento que nada me iba a devolver a mi niña. De nuevo, el bloqueo, la losa en el pecho, la cabeza a punto de explotar. Nos hicieron una doppler de urgencia y me diagnosticaron un aborto diferido. No me podía creer que estuviéramos pasando por lo mismo otra vez… No… por favor, otra vez no… ¿POR QUÉ?????????... ¿Qué había pasado?????. Todavía hoy, no tenemos respuesta para esta pregunta.

En todo este tiempo, cada vez que me asaltaban las dudas y los miedos, intentaba decirme a mí misma que esta vez era diferente, que todo estaba más controlado, que mi bebé tenía todo lo que necesitaba. Había sido el mejor de los embriones. No hemos reparado en gastos para llevar a cabo todos los análisis necesarios para evitar cualquier riesgo. Mis pinchazos de heparina cada día, dolorosos, horribles, de los que dejan muchas marcas y moraduras en la tripa. Mis 14 pastillas de hormonas diarias. Mi pastilla de suplementos vitamínicos. Mis parches de estrógenos cada dos días, que me daban tanta reacción a la piel. Una buena implantación, una beta alta y estupenda. Un saco gestacional bien posicionado, bien sujeto. Un embrión de clase A, perfecto, con todos sus análisis hechos y pasados. Esta vez no iba a detenerse el embarazo porque mi bebé no viniese bien, como nos pasó en Enero. Todos estos argumentos formaban parte de mi discurso constante, para permitirme vivir un embarazo en condiciones y sin que se viera ensombrecido por mi experiencia pasada. Incluso nos animamos a contarlo a casi todo el mundo, dando por sentado que en esta ocasión teníamos más garantías. Y hemos acabado igual de destrozados. ¿Qué voy a hacer ahora?. ¿Cómo voy a poder afrontar mi siguiente embarazo con positividad y sin morirme de miedo?. Ya no tengo argumentos, ya no dispongo de ningún discurso válido. Todo puede pasar, incluso lo peor, por muy optimista que plantees las cosas. Qué impotencia, qué indefensión más grande. Porque en este tema nunca nada está asegurado. Porque me temo que nos vamos a quedar sin respuestas, y nada va a hacer que comprendamos qué ha ocurrido y si podíamos haberlo evitado, o si podremos evitar que pueda volver a suceder en un futuro. He cuidado con esmero mi alimentación, mis hábitos de sueño. He tenido cuidado también con la sobrecarga de trabajo, he tomado muchas medidas a nivel laboral, para no estresarme más de lo normal. He hecho TODO lo que me han dicho en cada momento. Y vuelvo a estar vacía de nuevo, triste y desesperanzada.