jueves, 9 de marzo de 2017

CANCELAMOS TRANSFERENCIA



Mi bebé vuelve a alejarse de mí… Al menos durante un tiempo. ¡¡Qué frustrante es todo esto!!. Yo ya no sé de dónde sacar paciencia y fuerzas. Me agoto en la espera, en la incertidumbre de cada pequeño paso. Siempre que pensamos que ya nada malo puede ocurrir, aparece algo nuevo, otro imprevisto más. Y encima esta vez no se trata de esperar poco, sino por lo menos 3 meses. ¡¡¡3 meses!!!, en este momento se me antoja casi toda una vida. La cantidad de cosas que pueden pasar durante todo ese tiempo… Parece que estoy predestinada a sufrir en este tema, parece que la vida se está riendo de mí al ponerme tan al alcance a mi bebé y quitármelo de un plumazo en el último momento. Todos mis planes, todos los cambios que estaba haciendo para organizar mejor el tiempo, el trabajo, las responsabilidades, todo a la mierda. Me encuentro con 3 meses por delante en los que no sé cómo enfocar mi vida. Supongo que en unos días veré las cosas de modo distinto y podré recuperar algo de energía y de positivismo. Sé que encontraré la manera de seguir adelante, porque siempre lo hago. Pero ahora mismo vuelvo a estar hundida, anestesiada, bloqueada y sin ganas de nada.

Goku, que es maravilloso, hace muchos esfuerzos para que me encuentre bien y me anime. Debe de estar igual que yo o peor, pero como me ve tan mal, saca fuerzas de cualquier lado y se vuelca conmigo. Qué afortunada me siento, qué persona más bonita tengo en mi vida para que me acompañe en el dolor. El otro día me dijo: mi vida ha tenido hasta ahora dos partes, una sin ti, y otra contigo. La que he vivido contigo ha sido con diferencia la más feliz de mi vida, y habrá una tercera donde ya no estemos solos tú y yo, y también será muy feliz, pero por ahora no me importa alargar un poquito más esta segunda parte y aprovechar este tiempo contigo, como siempre hemos estado, tú y yo, con nuestras cosas, nuestras rutinas y actividades, juntos. Y tiene razón. Siempre hemos estado muy bien los dos solos, nos entendemos a la perfección, y disfrutamos mucho de nuestro tiempo juntos. Cuando tengamos a nuestro bebé todo esto cambiará bastante, aunque no del todo, pero está claro que será diferente. Y no nos importa, es lo que queremos. Pero tampoco viene mal que podamos centrarnos un poquito más de tiempo en nosotros dos y veamos este parón como algo que puede ser positivo.

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