lunes, 16 de enero de 2017

NECESITO ESTAR SOLA



Hoy hemos tenido visita con el doctor Javier Blanes. Realmente no ha ocurrido gran cosa, sólo me ha cogido una muestra para una citología y me ha pedido algunas pruebas para el pre operatorio de la histeroscopia. Ni si quiera tengo fecha todavía para la intervención, primero tengo que hacerme electro, placas y visitar al anestesista. Y ya decidiremos después en qué momento puedo hacérmela. Es condición básica no estar con la regla o que acabe de pasar. En mi caso, ya me han dicho que seguramente no me va a bajar, así que no podemos depender de la regla para poner fecha para la intervención. En cuanto estén las pruebas programaremos todo. Se supone que es algo sencillo, aunque con anestesia total, y por eso tendré que ingresar en el Hospital durante un día, y luego hacer reposo un par de días más en casa. Si no tengo prevista la fecha, tampoco puedo organizarme la agenda en condiciones, así que me toca avisar a muchos pacientes de la posibilidad de tener que cambiar la cita, o no dar directamente citas a partir de la semana que viene para el Miércoles, Jueves y Viernes, que es lo que durará todo.

Ahora ya sí que se han pasado todas las fiestas y compromisos. Los últimos han sido este fin de semana, el cumpleaños de mi hermano el Sábado por la tarde-noche, y el cumpleaños de mi cuñada el Domingo, que quedamos a comer en su casa toda la familia. Veo a mis sobrinos, y a los hijos de mis amigos en estas celebraciones, y me siento siempre súper mal. Seguro que no me lo notan, porque pongo mucho cuidado en mostrarme bien siempre, pero por dentro les veo y me muero de envidia. Lo peor es cuando empiezan a quejarse de los niños… Imagino que a mí me llegará a pasar como a ellos, pero en estos momentos, me dan ganas de gritarles que al menos ellos tienen a alguien de quien quejarse, que seguro que no es tan horrible lo que tienen que soportar. Pero obviamente, me callo, y sólo miro para otro lado o me concentro en mis cosas y ya está. Lo que no hago nunca es seguirles la corriente, porque entonces sí que se me notaría.

Los días se pasan lentos, lentos, lentos… Parece que nunca voy a estar preparada de nuevo para empezar con todo. Llevo tatuada en la boca y en mis respuestas de Whatsapp la frase: estoy un poquito mejor, deseando volver a intentarlo de nuevo. Que es verdad, dicho así de paso y de forma muy resumida, es la verdad. Pero el día a día es mucho más negativo, mucho más duro y difícil para mí, y no siempre me encuentro un poquito mejor… Pero luego, me pasa una cosa muy curiosa, y es que cuando estoy sola en el despacho con mis cosas, las horas se me pasan volando, y en seguida llega el momento en que ya están aquí los pacientes, y tengo que empezar a trabajar, una hora entera con cada uno, luchando, sacando palabras de donde no hay, poniendo la mejor actitud que encuentro ante sus problemas, sacando temas de conversación las veces que vienen poco habladores y dejan bajo mi responsabilidad el peso de la terapia, porque sólo quieren escucharme.

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