miércoles, 31 de agosto de 2016

A DISGUSTO CON MI ASPECTO



Estoy harta de verme mal. No encuentro una imagen en el espejo que me devuelva algo bonito. Siempre me ha gustado mucho mi aspecto. Me considero una persona estéticamente elegante, con buen gusto, con clase. Pero lo que ahora veo es una persona descuidada, no me sienta bien casi nada de lo que me pongo, he dejado de “pillarme el punto”, he dejado de verme sexy y seductora. Y quiero ser la de antes. Me sentía mucho más segura de mí misma. Cuando me quede embarazada, seguramente irá a peor, porque me veré todavía más hinchada y más gorda. No sé si llego a tiempo de empezar a ponerme las pilas en este tema. Tampoco tengo claro que sea lo más saludable ahora empezar a hacer dieta, y cuando me quede embarazada menos. Pero algo tengo que hacer. Sé que puedo mejorar muchísimo mi forma de comer. Sé que puedo organizarme mejor para no recurrir a cosas menos sanas. Es cuestión de planteármelo. Estoy en ello. Estoy en proceso…

Mi pelo. Ese es mi segundo trauma ahora mismo. Está descuidado, apagado, sin vida. Hace tanto calor que llevarlo suelto es una tortura. Hace tanto calor que arreglármelo con secador es una tortura. Hace tanto calor que pasarle la plancha para darle forma es una tortura. Así que tengo que limitarme a recogerlo con una pinza, y no encuentro el modo de que me quede favorecedor, nunca he tenido gracia para los recogidos. Su color tampoco me gusta ahora. He dejado de tintarme de negro (que es mi color de pelo favorito), porque es un engorro estar con los tintes arriba y abajo, y además, lo estropean mucho más de lo que ya lo está. Y por otra parte, estando embarazada no me podré tintar, porque no es recomendable. Estoy intentando dejarlo de mi color, a ver qué sale, y de momento empieza a salir bastante rubio. Tengo que sanearlo un poco. A ver si se pasa ya el calor tan tremendo que está haciendo y es posible dejar de recogerlo en un moño. Mi pelo siempre ha conseguido que me viese más favorecedora, porque yo sé que lo tengo muy bonito. Pero últimamente, no hay manera de sacarle el mismo partido de siempre.

Y para terminar este apartado de moda y belleza, hablemos del maquillaje. De nuevo, hace tanto calor que es imposible maquillarse en condiciones, porque no dejas de sudar y eso hace que a) no se fije bien y no se absorba, y b) el propio sudor lo va eliminando con las horas. No es nada agradable llevar maquillaje cuando se suda. La opción ideal es coger un poquito de color natural con el sol y recurrir a los polvos sin más, pero a mí no me vale, porque no puedo tomar el sol (no debo). Tampoco me pinto los ojos como siempre por lo mismo, porque al ponerme a sudar, se “corre” todo lo que me ponga en la cara. Aborrezco el verano y aborrezco el calor.

Mi conclusión de todo esto, por otra parte, tiene que ver con el hecho de que, como no me encuentro bien conmigo misma, me voy sacando fallos y “peros” por todas partes. No acabo de estar a gusto con nada, ni con mi trabajo, ni con mi aspecto, ni con mi vida. Si estuviera más satisfecha en general, yo sé que estas cosas me darían igual, o ya habría encontrado el modo de mejorarlo, y no me sentiría tan bloqueada con todo. Espero salir pronto de todo este bucle de negatividad, reencontrarme a mí misma, recuperar mis ilusiones naturales y seguir adelante con mi vida, haciendo esfuerzos, eso sí, como siempre los he hecho, pero por lo menos obteniendo resultados, y sin verme tan mal y tan hundida a menudo.

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