Yo voy a hacer todo lo posible por salir de aquí, por
encontrarme mejor. Pero primero tengo que escucharme. Cada persona tiene su
forma de gestionar sus emociones. Pocas veces me he visto tan superada por algo
en mi vida, pero es que nunca había perdido un bebé, nunca había luchado tanto
por una ilusión. A lo mejor he tenido hasta ahora una vida demasiado fácil.
Puede ser. Seguramente con los años, recordaré esta etapa con mucha más
comprensión, o a lo mejor me río de mí misma con el tiempo, o a lo mejor me doy
cuenta de que estaba en un error y debería haber hecho las cosas de otra
manera, no lo sé. Pero después de todos estos días pensando y reflexionando,
creo que estoy haciendo lo mejor en este preciso instante. Cuando una decisión
tranquiliza, es que va por el buen camino. Y yo estoy más tranquila.
El único
obstáculo que me queda por superar es Goku, tengo que hablar con él,
todavía tenemos pendiente parte de esta
conversación. Le quiero tanto que necesito que apruebe todo lo que decido hacer
antes de hacerlo, porque no quiero hacerle sufrir. Suelo guardarme tanto las
cosas para mí misma que no dejo ver a los demás lo mal que estoy, y yo creo que
él pensaba que yo estaba llevando mejor la situación. No dudaría nunca de su
amor ni de lo mucho que se preocupa por mí, y que quiere ayudarme siempre. Y a
veces, encontrar la forma de ayudar a otra persona es muy complicado, porque
primero hay que escucharla, y quizá yo le he abordado con todo esto sin avisar
y sin darle demasiado tiempo para escuchar ni para pensar.
No puedo
evitar ser tan compleja en mis pensamientos, en mi mente, y en mi fondo. Dejo
que muy poca gente se acerque a cómo soy por dentro, porque sé que cuando lo
hago, pocas personas consiguen comprender y la mayoría se pierden en ese fondo
tan complicado.