A todo el
cansancio psicológico que llevo arrastrando desde hace meses, añádele en esta
ocasión muchísimo cansancio físico que he acumulado estos últimos días. Eso sí,
me lo he pasado en grande. Han sido las fiestas de moros y cristianos en mi
pueblo. Han sido 4 días de no parar ni un segundo, de actos, comidas, cenas, eventos,
pasacalles y muchas risas. Este año lo he disfrutado mucho más que el año
pasado, como con más ilusión. Sigo sintiendo que me falta motivación para casi
todo, pero he conseguido desconectar lo suficiente para no amargarme las
fiestas. Y resulta que al final he disfrutado y todo!!. Hace unos meses,
pensaba que tendría que vivir estas fiestas con barriga de embarazada, y no
sabía si quiera si podría aguantar el desfile. Durante muchos momentos durante
el desfile, tuve este pensamiento en la cabeza. Y la sensación de lo mucho que
cambian las cosas en poco tiempo. Una de las cosas que más me ha gustado ha
sido poder integrarme más en el grupo que tenemos. Al ser de diferentes grupos
sociales, parecía que nos costaba un poco, pero este año ha salido todo genial,
sin piques, ni malentendidos tontos, con muchísimas risas y armonía. Sólo ha
habido una persona medianamente conflictiva, pero ya ha anunciado que se deja
el grupo, así que problema resuelto. Eso sí, hoy estoy que no puedo con mi
alma. Ayer cuando acabó el día, no podía con el cansancio que tenía. La ducha
me supo a gloria, entre otras cosas porque llevábamos dos días enteros con el
maquillaje puesto y eso es horroroso e incomodísimo, especialmente para dormir.
Y esta mañana, a las 6:45 ya estaba yo en pie, para empezar el día. Me ha
costado mucho arrancar el día, y encima está lloviendo bastante. Yo llevaba la
idea de coger hoy un poco la bici para despejarme, pero es imposible con este
tiempo. Y las terapias que he estado haciendo hasta ahora han sido agotadoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario