Hace hoy
justo un año que Goku y yo tuvimos nuestra conversación determinante donde
decidimos que íbamos a ser papás. Un año… 12 meses… 52 semanas… 366 días (que
este año ha sido bisiesto)… Nos hemos pasado todo un año entre ilusionados y
desesperanzados con este tema. Nos hemos pasado todo un año con este anhelo en
la cabeza. Llevamos 11 intentos a nuestras espaldas. Llevamos 3 abortos en
nuestros corazones. Y parece que nunca llega el día.
Esta mañana
hemos ido a hacerme dos análisis. El de la hormona antimulleriana, y el otro
análisis es el hormonal del día 21 del ciclo, que este mes sí que he llegado a
tiempo. Incluso creo que este ciclo va a ser más largo de lo normal. Mi cuerpo,
como ves, está loco y hace lo que le da la gana. Las gráficas, este mes,
indican que ovulé el día 15 del ciclo, así que este ciclo, como mínimo me va a
durar 29 días. Me alegra por otra parte empezar a tener gráficas un poco más
claras, la del mes pasado fue clarísima, y acerté con la regla. Y la de este
mes también está bastante clara, y espero acertar de nuevo. Tener gráficas
normales es un gran alivio para mí. Primero para sentirme más o menos normal, y
segundo, para poder predecir mi día de ovulación de forma más precisa.
Tengo ganas
de que me venga la regla de este mes, hacerme la última prueba, y rápidamente
coger cita con CREA, y que nos cuenten qué dicen los resultados. Tengo ganas de
acabar con toda esta horrible incertidumbre. Necesito algo de claridad en este
asunto, después de un año buscando un bebé (ahora sí puedo decir que llevamos
un año). Tengo ganas de que nos den el visto bueno y el pistoletazo de salida
para volver a nuestros encuentros sexuales, a programar las cosas, a esperar
con ilusión cada nuevo mes. Ojalá nos quedáramos a la primera, pero ya he
aprendido a no generar esa expectativa, porque a veces no sucede de forma tan
sencilla. Pero desde luego, nunca sucederá tampoco si no nos podemos poner a
ello. Me desespera que se alargue tanto la situación. Vamos dando tumbos de un
lado a otro esperando resultados y esperando respuestas. Al mundo no le
importan nuestras ganas de ser papás, estoy cansada de que todos me digan que
tenga paciencia y no corra. No es correr. Pero para mí, cada mes cuenta, porque
cada mes que pasa me va alejando más de mi deseo de ser madre. Y cada mes que
pasa, añade frustración a mi vida. Y cada mes que pasa, paraliza más y más mis
proyectos y mis actividades.
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