Me encuentro
en mi día 11 post Transfer. Tengo que contar cómo decidimos seguir adelante con
este ciclo, porque fue una decisión súper difícil y teníamos algunas cosas en
contra y algunas cosas a favor. Durante todas las ecografías de control del
ciclo, se veía lo mismo de siempre, un Endometrio fino, que crece muy despacio
y que seguro que se iba a quedar muy justo para transferir. El día de la última
ecografía (donde se decide si seguimos adelante o no), medía 4,7mm, claramente
insuficiente. Había ido creciendo, pero ese iba a ser su tope. La duda vino
porque teníamos algunas cosas a favor:
·
La Vascularización alrededor del útero estaba siendo muy buena por
primera vez, quizá debido a la toma de Viagra durante la preparación, que esta
vez la estaba tomando de forma oral. O quizá debido a la reflexología podal,
que también he estado haciendo desde hace semanas.
·
También por primera vez en casi 10 meses, tenía un óvulo madurando del
ovario izquierdo, y era muy positivo poder aprovechar una ovulación natural, ya
que a saber cuándo volvería a producirse otra.
·
Y otra cosa buena, aunque esto me pasa siempre, es que estaba
construyendo un Endometrio trilaminar, y con muy buena forma (tipo 3, que no sé
exactamente lo que significa…).
Y el único
aspecto en contra era el grosor endometrial que era súper fino. Ellos ponen el
límite en 5-6mm, y yo con 4,7… Por eso era una decisión difícil, y además ellos
no la iban a tomar, teníamos que ser nosotros, así que nos fuimos a dar un
paseo y meditar todo esto. Al final optamos por seguir adelante y aprovechar
las circunstancias positivas que por primera vez teníamos, sabiendo que
corríamos cierto riesgo.
Introdujimos
la Progesterona, y esta vez no la llevaba por vía vaginal, para evitar que no
se estuviera absorbiendo. He estado tomando 400mg vía oral (200 por la mañana y
200 por la noche), y un vial inyectable de 25 de Prolutex, que me pincho cada
medio día. También empecé la Dexametasona una semana antes de la transferencia.
La
transferencia fue el Viernes 23 de Marzo, y todo marchó a las mil maravillas.
Ese día, el Endometrio seguía midiendo 4,7mm, no había crecido nada, pero
tampoco había menguado, que hubiera sido motivo para cancelar la intervención,
así que adelante.
Y aquí me
encuentro, 11 días después, y muerta de los nervios, porque mañana es la prueba
en sangre. Sobre síntomas, fatal, la verdad. Los primeros días sí que notaba
tironcitos en el útero, pero han ido desapareciendo poco a poco. Los mareos
aparecieron unos días después, pero muy leves y se han ido manteniendo.
Angustia y náuseas, nada de nada, ligeros malestares de estómago nada más.
Estreñimiento a tope, aunque eso creo que me lo provoco yo misma porque intento
hacer la menor fuerza posible al ir al baño (espero que no sea la única que se
emparanoia con esto!). Y lo único así más significativo, es un dolor inmenso de
mamas que apareció hace 4 días y que cada vez va a más. He leído siempre que la
Progesterona tiene este efecto secundario y que no hay que hacerse ilusiones
antes de tiempo. Incluso me pregunto si es que no tendré demasiada Progesterona
porque no me he quedado embarazada y mi cuerpo no la necesita, pero como yo se
la meto desde fuera, le está empezando a sobrar (¿alguien me entiende?...).
Mañana
saldremos de dudas, pero quería escribir hoy una pequeña actualización, porque
quizá mañana no me encuentre con ningunas ganas de escribir. Tengo que confesar
que tenemos intención de hacernos una prueba de embarazo de orina en casa esta
tarde. Esto, hay gente que lo entenderá y gente que no. Son muchísimas las
personas que no recomiendan para nada hacerla, porque puede llevar a equívoco,
la propia Clínica nos lo dice siempre. Peeeeeeero… Nosotros hemos decidido que
sí. No es que estemos ansiosos por saber el resultado antes de tiempo (todo lo
contrario, me muero de miedo!). Es que necesito prepararme para lo que pueda
venir mañana. Si no estoy embarazada, prefiero tener mi tiempo A SOLAS para
asimilar este primer impacto, y no que me pille de sopetón y de forma fría en
la consulta de la Clínica. Y así puedo ir mañana con la cabeza un poquito más
fría y más preparada para aceptar un NO. Si la prueba da positivo me moriré de
la alegría, y si da negativo, me iré preparando. Porque aunque un negativo en
un “pipitest” no quiere decir un NO rotundo, y lo más fiable es la prueba en
sangre, al menos tengo la idea de que puede salir mal y no me presento mañana
con toda la ilusión del mundo. No sé si consigo explicarme bien y expresar lo
que de verdad siento respecto a esto, pero es algo que pensamos los dos, y es
lo único que a mí me vale. Si tengo que enfrentarme a un NO, prefiero que mis
primeros minutos sean junto a mi marido y a solas. Si luego resulta que hoy
sale que NO y mañana nos dicen que SI, pues esa alegría que nos llevamos!.
Esta vez, he
tomado el reposo de una manera más seria. Aprovechando que sigo de baja y no
voy a trabajar, he estado la mayor parte del tiempo tumbada en casa, dando
pequeños paseos y aburriéndome un montón, pero me daba tranquilidad pensar que
en esto también estaba haciendo las cosas de forma diferente a otras veces y
quizá así el resultado también sería diferente a otras veces.
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