martes, 3 de abril de 2018

DIA 11 POST TRANSFERENCIA





Me encuentro en mi día 11 post Transfer. Tengo que contar cómo decidimos seguir adelante con este ciclo, porque fue una decisión súper difícil y teníamos algunas cosas en contra y algunas cosas a favor. Durante todas las ecografías de control del ciclo, se veía lo mismo de siempre, un Endometrio fino, que crece muy despacio y que seguro que se iba a quedar muy justo para transferir. El día de la última ecografía (donde se decide si seguimos adelante o no), medía 4,7mm, claramente insuficiente. Había ido creciendo, pero ese iba a ser su tope. La duda vino porque teníamos algunas cosas a favor:
·       La Vascularización alrededor del útero estaba siendo muy buena por primera vez, quizá debido a la toma de Viagra durante la preparación, que esta vez la estaba tomando de forma oral. O quizá debido a la reflexología podal, que también he estado haciendo desde hace semanas.
·       También por primera vez en casi 10 meses, tenía un óvulo madurando del ovario izquierdo, y era muy positivo poder aprovechar una ovulación natural, ya que a saber cuándo volvería a producirse otra.
·       Y otra cosa buena, aunque esto me pasa siempre, es que estaba construyendo un Endometrio trilaminar, y con muy buena forma (tipo 3, que no sé exactamente lo que significa…).

Y el único aspecto en contra era el grosor endometrial que era súper fino. Ellos ponen el límite en 5-6mm, y yo con 4,7… Por eso era una decisión difícil, y además ellos no la iban a tomar, teníamos que ser nosotros, así que nos fuimos a dar un paseo y meditar todo esto. Al final optamos por seguir adelante y aprovechar las circunstancias positivas que por primera vez teníamos, sabiendo que corríamos cierto riesgo.

Introdujimos la Progesterona, y esta vez no la llevaba por vía vaginal, para evitar que no se estuviera absorbiendo. He estado tomando 400mg vía oral (200 por la mañana y 200 por la noche), y un vial inyectable de 25 de Prolutex, que me pincho cada medio día. También empecé la Dexametasona una semana antes de la transferencia.

La transferencia fue el Viernes 23 de Marzo, y todo marchó a las mil maravillas. Ese día, el Endometrio seguía midiendo 4,7mm, no había crecido nada, pero tampoco había menguado, que hubiera sido motivo para cancelar la intervención, así que adelante.

Y aquí me encuentro, 11 días después, y muerta de los nervios, porque mañana es la prueba en sangre. Sobre síntomas, fatal, la verdad. Los primeros días sí que notaba tironcitos en el útero, pero han ido desapareciendo poco a poco. Los mareos aparecieron unos días después, pero muy leves y se han ido manteniendo. Angustia y náuseas, nada de nada, ligeros malestares de estómago nada más. Estreñimiento a tope, aunque eso creo que me lo provoco yo misma porque intento hacer la menor fuerza posible al ir al baño (espero que no sea la única que se emparanoia con esto!). Y lo único así más significativo, es un dolor inmenso de mamas que apareció hace 4 días y que cada vez va a más. He leído siempre que la Progesterona tiene este efecto secundario y que no hay que hacerse ilusiones antes de tiempo. Incluso me pregunto si es que no tendré demasiada Progesterona porque no me he quedado embarazada y mi cuerpo no la necesita, pero como yo se la meto desde fuera, le está empezando a sobrar (¿alguien me entiende?...).

Mañana saldremos de dudas, pero quería escribir hoy una pequeña actualización, porque quizá mañana no me encuentre con ningunas ganas de escribir. Tengo que confesar que tenemos intención de hacernos una prueba de embarazo de orina en casa esta tarde. Esto, hay gente que lo entenderá y gente que no. Son muchísimas las personas que no recomiendan para nada hacerla, porque puede llevar a equívoco, la propia Clínica nos lo dice siempre. Peeeeeeero… Nosotros hemos decidido que sí. No es que estemos ansiosos por saber el resultado antes de tiempo (todo lo contrario, me muero de miedo!). Es que necesito prepararme para lo que pueda venir mañana. Si no estoy embarazada, prefiero tener mi tiempo A SOLAS para asimilar este primer impacto, y no que me pille de sopetón y de forma fría en la consulta de la Clínica. Y así puedo ir mañana con la cabeza un poquito más fría y más preparada para aceptar un NO. Si la prueba da positivo me moriré de la alegría, y si da negativo, me iré preparando. Porque aunque un negativo en un “pipitest” no quiere decir un NO rotundo, y lo más fiable es la prueba en sangre, al menos tengo la idea de que puede salir mal y no me presento mañana con toda la ilusión del mundo. No sé si consigo explicarme bien y expresar lo que de verdad siento respecto a esto, pero es algo que pensamos los dos, y es lo único que a mí me vale. Si tengo que enfrentarme a un NO, prefiero que mis primeros minutos sean junto a mi marido y a solas. Si luego resulta que hoy sale que NO y mañana nos dicen que SI, pues esa alegría que nos llevamos!.

Esta vez, he tomado el reposo de una manera más seria. Aprovechando que sigo de baja y no voy a trabajar, he estado la mayor parte del tiempo tumbada en casa, dando pequeños paseos y aburriéndome un montón, pero me daba tranquilidad pensar que en esto también estaba haciendo las cosas de forma diferente a otras veces y quizá así el resultado también sería diferente a otras veces.

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