Voy a ver si
soy capaz de resumirlo lo suficiente como para hacerme entender. Empezamos a
solicitar el tratamiento con gammaglobulinas en la Seguridad Social, como nos
habían recomendado intentar, pero sin muchas esperanzas, dado lo elevado del
coste. Las personas que nos atendieron, sin embargo, tengo que decir que se
tomaron mucho interés en entender y facilitarnos las cosas, hasta llegó un momento
que pensábamos que nos lo iban a conceder y todo, porque estaban estudiando a fondo
nuestro caso, y nadie se negó en rotundo a priori. Pero finalmente, tanto en
uno de los hospitales, como en el otro, nos explicaron que no podría ser, no por
el coste, si no por los riesgos, y porque es una medicación en fase experimental
que todavía no ha demostrado ser eficaz, y que incluso les han llegado
instrucciones de ser cautos con este estudio en particular, por los riesgos que
supone para la madre y la gestación. Bueno, vale, nos vinimos un poquito abajo,
pero como ya lo esperábamos, nos dirigimos a lo privado para conseguir el
tratamiento. Pero no te creas que en lo privado era más sencillo, también nos
encontramos que nadie quería responsabilizarse de poner algo así. Finalmente,
mi Hematólogo (José Joaquín García Ezquerro), fue el único que nos dijo que sí.
Primero nos dijo que no, luego que le diéramos unos días para pensarlo y
estudiarlo, y al final aceptó, aunque nos dejó muy claro que no era partidario
de esta locura que íbamos a hacer, pero que aun así, había decidido no dejarnos
tirados y llevar el seguimiento de todo esto. No obstante, nos aconsejó pedir
una segunda opinión. Y aquí es donde empezaron nuestras dudas…
Hablé con
CREA, y les planteé todo lo que nos estábamos encontrando, y que tenía intención
de pedir una segunda opinión, y les pareció muy buena idea. Así que contacté
con la otra especialista en este campo, que se llama Diana Alecsandru, y que
está en IVI de Madrid. Primero nos dio cita para el 15 de Febrero (tan tarde,
que ya perdíamos otro ciclo por el camino mientras esperábamos que nos
atendiera), pero después de mucho insistir, nos planteó una cita para el día
siguiente, por Skype para que no nos tuviéramos que desplazar hasta Madrid, y
que le enviáramos todos nuestros informes y analíticas por correo electrónico.
Esa fue la tarde de locura de la que hablaba antes, que acabó en un ataque de
Ansiedad por mi parte. Pero conseguimos hablar con ella a tiempo al día
siguiente. Y francamente, tengo que decir, que todo lo que nos dijo lo
encontramos muy, muy razonable. A su favor, también tengo que señalar su forma
de atendernos (nada que ver con Silvia Sánchez), y su forma de explicarnos las
cosas (de nuevo, nada que ver con Silvia Sánchez), que yo creo que fue lo que más
nos animó a decantarnos por ella. Estuvo de acuerdo con muchas de las pautas de
Silvia Sánchez, con el diagnóstico y con muchos de los cambios que habíamos hecho, excepto en el
tratamiento con gammaglobulinas, que bajo su punto de vista, nos iba a costar
muchísimo dinero y no iba a resolver el problema que tenemos. A ver si yo
consigo explicarlo bien: las NK no son peligrosas en sí mismas, y cuando están
presentes en sangre “periférica” se ha demostrado una y otra vez, en los últimos
años, que no atraviesan la placenta y que NO atacan a los embriones. Pero tenerlas
en expansión sí que es un problema, no por ellas, sino por lo que significan,
porque están indicando que mi sistema inmune está luchando contra algo, o hay
algo que no está funcionando adecuadamente, quizá de tipo metabólico (fallos en
la respuesta de algunos órganos), o infeccioso, o simplemente alguna inflamación
en alguna parte de mi cuerpo. Y que ella pensaba que era más inteligente intentar
encontrar el foco que estaba haciendo que mis NK se elevasen. Me pidió ampliar
el estudio con algunos datos más (una curva de glucosa-insulina más ajustada
que la que me había pedido Silvia, un estudio a fondo de Clamydias, y algunos
anticuerpos más (GAD, 64K, IA2, AC Anti-insulina). Nos explicó que podrían
pasar dos cosas. Que apareciese algo en estas pruebas que pudiéramos tratar y
así las NK bajarían. O que no apareciese nada, porque a veces es muy difícil localizar
el foco de estas cosas. En este último caso, simplemente tendríamos que
incorporar durante el embarazo, Prednisona a bajas dosis, que es un
antiinflamatorio, y que al menos mantendría a raya la inflamación o la infección.
Sobre este tratamiento, Silvia Sánchez también nos habló, sólo que ella nos advirtió
(lo cual nos asustó muchísimo como futuros padres) que suponía un aumento de
riesgo para el desarrollo del embrión (¿Quizá para que nos decantásemos antes
por las gammas?, ¿o porque es algo que siempre tienen que decir?, la verdad, no lo sé…). Y para Diana Alecsandru, la
Prednisona no es experimental, no supone ningún riesgo para mí ni para el embrión,
y está demostrado en miles y miles de embarazos que funciona (cosa que las
gammas no…).
Después de
esta reunión con Diana, necesitábamos meditar mucho las cosas, sopesar pros y contras
de todo, y tomar una decisión. Se nos presentaban unos días bastante difíciles.
Pero no me preguntes por qué, yo sentí mucho alivio al pensar que no tendría
que pasar por las gammas. Mi mayor temor era no reaccionar bien a ellas, porque
tienen un montón de contraindicaciones, y yo soy una DIANA andante siempre en
estas cosas, y ya daba por sentado que me tocaría a mí. Lo curioso es que Goku
también se encontraba como yo, como con cierto alivio. Así que finalmente,
decidimos decantarnos por Diana Alecsandru y seguir adelante con su propuesta. Por
supuesto, todo esto, siempre consensuado con la Clínica CREA, que para eso son
los que están llevando nuestro caso. Pero a la doctora Mónica Muñoz le pareció
mucho más razonable el planteamiento de Diana que el de Silvia, y yo creo que
ellos también están un poco perdidos en estos casos, y no saben muy bien a quién
recurrir cuando pasan estas cosas. Al menos tienen la suficiente humildad y
profesionalidad como para no creer que lo saben siempre todo, y tengo que decir
que en este momento, me siento muy acompañada con su respuesta y su actitud.
Cuando hablamos
con Diana, estaba a punto de bajarme la regla en los siguientes días, y le preguntamos
si le parecía bien que empezáramos con la preparación de la transferencia mientras
esperábamos el resultado de las pruebas, y nos dijo que no había ningún
problema, y que lo peor que podría pasar sería tener que cancelar el ciclo y
posponerlo. De modo que así estamos. Me bajó la regla el Viernes, y el Sábado
ya empecé con la pauta de estimulación hormonal, mientras esperamos el
resultado de todo. Mañana tenemos cita con CREA para ver el resultado del ER-Map
que tuvimos que repetir, a ver qué tal ha ido. Yo ya no me quiero hacer ilusiones
de que todo está estupendo y controlado, porque no quiero sorpresas, así que
voy a esta cita con un poco de prudencia y precaución, a ver qué pasa al final…