Estamos en un
“Ay” constante. Éste está siendo el aborto más raro y largo de la historia. Mi siguiente
Beta salió de 48. Ahora sí estaba claro que ya no había nada que hacer, es
imposible que un embarazo pueda remontar con esos valores (que ya deberían
estar por como mínimo en 5.000). Aunque no se haya parado del todo, el aborto está
asegurado. Y ahora viene el susto: hay sospechas de un posible embarazo ectópico.
No tiene sentido que la Beta vaya subiendo a un ritmo tan bajo. Me quitaron
toda la medicación que llevaba, para que no se hiciera más grande, y a los dos
días, me bajó la regla. La doppler de ayer indicó que el útero ya estaba
limpio, con un endometrio lineal y fino, y en palabras de la ginecóloga que me
la hizo: ya se ha expulsado todo y no
queda nada dentro. Pero no ven ningún ectópico por ninguna parte. Lo más
cachondo de todo es que el análisis de la beta de ayer me salió a 121. ¿Alguien
entiende algo?, porque hasta los propios médicos están alucinando con mi Beta de
los cojones. El problema es que aunque no vean el ectópico, eso no quiere decir
que no esté, de modo que tenemos que extremar las precauciones. Tengo que
llevar siempre encima todos los resultados de los análisis de Beta y las
doppler, por si tengo que salir corriendo a urgencias, ante el más mínimo
dolor. Desde ayer tengo a Goku de escolta continua, pegado a mí como una
lapa, y cagado de miedo ante cualquier mínimo dolorcito que puedo sentir. Un embarazo
ectópico puede ser algo muy peligroso. Y aquí estamos, asimilando la pérdida (que
ya es un hecho), y rezando para no se complique más y llegue a ser algo peor. Mañana
por la mañana me repetiré la Beta, a ver qué pasa con ella.
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