martes, 7 de febrero de 2017

HISTEROSCOPIA



La verdad es que estoy súper perezosa hoy para escribir. Como tengo que contar todo lo de la intervención, se me hace pesado!. Pero quiero hacerlo, porque quiero poder recordarlo con el tiempo, y si no lo escribo, se irá difuminando en mis recuerdos. No tendría ningún sentido hacer el esfuerzo de contar aquí todo este proceso de ser madre, si luego, ante momentos importantes, me vence la pereza y no escribo…

Realmente ha sido todo muy sencillo, y tan rápido, que casi no me he percatado de todos estos días, se me han pasado volando. Por desgracia, ya voy teniendo experiencia en este tipo de intervenciones, todo empieza igual, llego al Hospital, me dan una habitación, me ponen un gotero con antibiótico y me meten dos pastillas azules por la vagina, que me van a dilatar el cuello del útero en un par de horas. Cuando pasa ese tiempo, me llevan al quirófano y allí todo pasa tan rápido que casi no me entero. En Milenium, el anestesista me dijo que me dormirían completamente con anestesia total, que tuviera paciencia al despertar porque lo normal es que le siente un poquito mal al cuerpo. Yo iba algo preocupada con este despertar, pero allí en el Hospital, me dijeron si prefería que no me durmieran y me pusiesen una epidural, que sólo me anestesiaría de cintura para abajo, pero seguiría despierta durante todo el proceso, con algún sedante suave para quedarme un poco adormecida. Y así fue, la operación duró una hora, pero para mí sólo pasaron 5 ó 10 minutos, como en un sueño relajante. La sensación de después en las piernas fue mucho peor, porque no las podía mover en absoluto y tardaron bastante rato en volver a ser mis piernas, y era bastante desagradable. No podía mover ni el culo!!. Sobre el dolor, nada de nada, sólo leves molestias en el útero, pero quizá incluso menos que una regla de las que duelen. En esta ocasión no pedí analgésicos para el dolor, y así no ha habido nada que me haya sentado mal, como otras veces. Por la tarde ya me fui a casa, y me encontraba bastante bien. Si no fuera porque estaba sangrando bastante, casi hubiera sentido que físicamente no me habían hecho nada. Aún así, he sido obediente y me he pasado casi todo el fin de semana sin moverme mucho. Y en realidad se me ha pasado volando!.

Ahora ya vuelvo a estar en el despacho. Vuelvo a enfrentar la semana que tengo por delante, sin muchas ganas de nada, como siempre me pasa últimamente, y como nunca antes me había pasado en mi trabajo. No es que añore otros tiempos, porque estoy en un momento de mi vida que necesito un cambio hacia adelante, no hacia atrás. Tuve mis años de éxito profesional, de ambición económica. Gracias a eso hemos podido ahorrar tanto dinero y ahora no nos vemos ahogados con todo el gasto que está suponiendo que me quede embarazada. Pero hoy mis prioridades han cambiado. Por ahora lo más importante soy yo. Y después Goku y mi bebé. Por este orden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario