Ayer me bajó
la regla. Finalmente y después de 41 días, ayer hizo presencia la regla, con su
consiguiente malestar físico, moral y psicológico. Hoy estoy que no puedo más,
entre el dolor y lo sensible que estoy, sólo tengo ganas de llorar y de
esconderme debajo de las sábanas. Esta noche hay una reunión de la comparsa de
moros, y estoy valorando la posibilidad de no ir, porque no tengo ganas de
exponerme en este estado a nadie,
ni a mi madre ni a mis amigas. Se me nota a la legua que no estoy bien, y no
tengo más fuerzas para seguir disimulando por hoy. Sólo quiero irme a mi casa
con mi marido y relajarme un poco. No me importa que lo entiendan o no, o que
piensen que me estoy escaqueando, me da igual. Mañana va ser un día duro y
necesito descansar y no seguir haciendo más esfuerzos psicológicos. Podría
hacerlo, y seguramente me saldría bien y lo llevaría dignamente, pero también
tengo derecho a rendirme de vez en cuando y quedarme acurrucada y no hablar con
nadie. Y eso es lo que voy a hacer al final.
Mañana tenemos
una cita con CREA por la mañana temprano, a las 9:00. En este momento no
recuerdo (ni tengo ganas de recordar) qué van a hacerme o qué van a decirme,
porque ayer cuando llamé me encontraba bastante desanimada y no me enteré muy
bien, pero ya mañana explicaré (u otro día) todo el proceso que vamos a
comenzar a partir de ahora.
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