Más de dos
meses sin actualizar este diario… He escrito, y mucho, sobre mí y sobre mis
sentimientos. Pero no he publicado nada. He escrito sobre todo porque lo he
necesitado a nivel psicológico, ya que me he visto inmersa en una nueva crisis
de Ansiedad desde principios de Diciembre (justo en el puente de la Inmaculada).
Me lo he pasado muy mal, creía que tendría que volver a cogerme otra baja por Ansiedad
como me pasó el año pasado (curiosamente por estas fechas también…). Pero aquí
estoy, he sobrevivido. Llevo un par de semanas que estoy mucho mejor, vuelvo a
ser yo misma y vuelvo a tener empuje y motivación. Quiero dejar atrás toda esta
pesadilla y lo mal que me he encontrado todo este tiempo, Navidades incluidas. Creo,
incluso, que he salido más fortalecida que antes de todo este periodo, he
pensado y he reflexionado mucho sobre miles de cosas importantes. De momento me
reservo mis divagaciones, pero seguro que en algún momento me irán saliendo y hablaré
de todo ello, porque me ha hecho mucho bien en algunos aspectos estar tan
abajo, he tomado decisiones importantes para mi vida y mi mente.
Lo primero
que hice cuando me encontré mejor, fue ponerme a ordenar como una loca. Al estilo
Marie Kondo, pero más bestia. Esta fiebre minimalista ya me invadió hace tiempo
(después de leer el libro de Francine Jay “Menos es más”, tengo una entrada que
se llama justo así en Julio de 2016), puse toda mi casa patas arriba y tiré lo
que no está escrito. Pero me vino tan bien, que he vuelto a pasar por el mismo
proceso de nuevo. Es como una forma de renacer, de poner orden a mi alrededor
para que me ayude con mi orden interior, que también se encontraba patas
arriba. Ha sido catártico para mí, liberador, reconfortante… Y no sólo en mi
casa, sino también en mi lugar de trabajo. Me pasa siempre, que cuando salgo de
una crisis personal, necesito cambios físicos a mi alrededor, y quien me conoce
bien, sabe que cuando me pongo a cambiar todas las cosas de sitio, eso
significa que me voy encontrando mejor y voy saliendo del pozo. Una de mis
nuevas compañeras del despacho, cuando le conté por qué me ponía a ordenar y
reorganizarlo todo, se sorprendió y me dijo que ella nunca hubiera asegurado
que estaba en una crisis o me encontraba tan mal. Y es que para bien o para
mal, tengo la capacidad de disimular y controlar de forma externa cualquier
estado en el que me encuentre. Será defecto profesional…
Y bueno,
actualizando mi proceso de Reproducción Asistida, diré que el tratamiento con Visannette
salió muy bien y devolvió a mi útero el aspecto que tenía antes de hincharse
como un globo, e incluso mejor. Soporté estoicamente los miles de síntomas
secundarios que me produjo tomarlo, el peor de todos, los sofocos constantes. Unas
7-8 veces al día me venía un ataque de calor muy bestia, donde se me incendiaba
el cuerpo y en cuestión de segundos sudaba mares y mares. Se pasaba rápido,
quizá duraba unos 15-20 segundos como mucho, pero me dejaba absolutamente empapada,
cuello, espalda, ¡¡hasta el culo me sudaba!!. Y luego durante una hora o así me
sentía como si me hubiera arrollado un autobús y con unas tiriteras que flipas,
porque al quedarme tan bañada en sudor y con el frío que ha estado haciendo, se
me quedaba el cuerpo congelado. No comprendo cómo he podido esquivar las gripes
y resfriados este año, será por los suplementos que tomo, o porque he intentado
no tocar demasiado ni besar en exceso a la gente. Por lo que sea, pero me he
librado hasta hoy.
Después estuve
haciendo un ciclo de ensayo con el mínimo de medicación posible, empecé con 2mg
de Valerato de Estradiol, y después tuvieron que subirme a 4mg, porque con 2mg
mi endometrio se resistía a crecer. Y con 4mg, hemos visto que es la dosis
perfecta. No crece mucho, pero sí lo suficiente, y así nos ahorramos un posible
efecto rebote como el que tuve en mi última transferencia. Los días posteriores
a lo que hubiera sido el día de la transferencia (en el ciclo de ensayo) mi
endometrio ha respondido bien con 4mg, así que, adjudicado, esa será la cantidad
máxima de estrógenos que llevaré. Justo esta mañana hemos tenido cita con Sara Fortuño,
y ha confirmado que el ciclo de ensayo ha salido bien y ya tenemos la pauta de medicación
que seguiremos para la transferencia real. Yo pensaba que utilizaríamos el
ciclo de Febrero para este nuevo intento, pero me ha dicho que primero haré
otra vez el tratamiento con Visannette, para asegurarnos de que todo se seca
bien y el útero se resetea como es debido. Me ha frustrado un poco este plan,
por dos razones. La más obvia, porque eso retrasa mi próximo intento y estoy cansada
de esperar, necesito volver a ponerme en marcha. Y la otra razón, por el maldito
y sofocante Visannette, que aunque da buenos resultados en mi útero, a mí me
deja completamente fuera de juego. Tendré que ir haciéndome a la idea de pasar
de nuevo por eso.