“Cuando te baje la regla, no te alarmes,
porque suele ser bastante escandalosa, pero no te preocupes que es lo normal, y
no te está pasando nada grave”. Eso me dijo por teléfono una de las
enfermeras hace unas semanas. En el grupo de Whatsapp llaman a esta regla después
de una Histeroscopia de dos formas: El Holocausto y la Matanza de Texas. Porque
todas las chicas cuando la tienen, la describen como algo bastante abundante,
donde se tienen que estar cambiando compresas cada muy poco tiempo porque se empapan
en seguida.
A mí me tenía
que haber bajado a partir del Jueves pasado, porque fue cuando acabé la caja de
pastillas, y mañana (una semana después) tengo que volver a empezar otra caja. PERO
NO HAY NI RASTRO DE LA REGLA. Ni síntomas ni nada de nada. Esta mañana he
llamado a la Clínica para preguntar qué debía hacer, y primero me han dicho que
me darían una cita para una ecografía y así ver qué está pasando con mi
endometrio. Pero luego me han vuelto a llamar y me han dicho que han estado
hablando con Juana y que les ha dicho que no hace falta que vaya a una ecografía,
que siga adelante con la medicación y la empiece mañana como estaba previsto. Su
teoría es que como no he dejado de sangrar en todos estos días, es probable que
no me baje la regla ya… (¿?). Pero… ¿Y la matanza de Texas?, ¿y el Holocausto
que me esperaba?. ¿De verdad voy a volver a ser la rarita de los cojones a la
que no le pasan las mismas cosas que a las demás???. Porque esta vez sí que tengo
personas reales con las que compararme, y a nadie le ha pasado como a mí. Me quedaría
mucho más tranquila si me hiciesen la puñetera ecografía, pero Juana no lo
considera necesario, y ya veremos qué nos encontramos el día 2 cuando vaya a la
revisión.
Y aquí viene,
como siempre, lo que más me cuesta: CONFIAR. Confiar en que no se me están dando
indicaciones a la ligera, confiar en que sólo estoy exagerando las cosas y mi
mente me juega malas pasadas, confiar en que todo está yendo bien. ¿Por qué me
cuesta tanto trabajo confiar y respetar la profesionalidad de las personas?. No
puedo decir que haya tenido tan malas experiencias al respecto, yo creo que todos
los médicos que han pasado por mi vida, han sido buenos profesionales, aunque
no hayan acertado siempre con el problema. No puedo pretender saber yo más que
ellos o estar sintiendo todo el tiempo que me van a fallar y van a cometer algún
error catastrófico e irreparable. Porque te juro que así es como yo lo vivo. En
mi mente veo a una Juana cómodamente sentada en un sillón, con las piernas
cruzadas de forma elegante y relajada, fumándose un cigarrillo distraídamente,
y diciendo a las enfermeras que me digan que “bah!, no pasa nada!”. Y cuando me la imagino valorando otros casos,
la veo rodeada de su equipo y concentrada en encontrar respuestas y soluciones…
Mi mente retorcida también ha llegado a pensar que no ha decidido tomar cartas
en el asunto porque le conviene que pase algo y retrasemos todo durante un
tiempo y así no se estropeen sus vacaciones.
Lo que tengo
claro es que así no puedo estar. Es horrible no sentir que estás en buenas
manos, capaces, concienzudas, centradas. No sé por qué no logro sentirme
apoyada, relajada y confiada. Estoy a la defensiva constante, y veo enemigos
por todas partes. Yo no soy así. O no quiero ser así. Porque lo peor de todo es
que no sé si es real y razonable lo que siento o no. La forma en la que me
siento es auténtica, mis sensaciones son éstas, pero ¿de verdad son mías?, ¿o son
fruto del estrés y la Ansiedad?, ¿o quizá un efecto de los cambios hormonales?.
Sea como sea, todo esto me está haciendo sufrir mucho, me siento incomprendida
y en muchos casos hasta “ninguneada”. Me siento como si estuviera rodando por
una pendiente cuesta abajo, y me fuera a romper en mil pedazos al llegar al
final. Y yo grito, y grito, y grito pidiendo ayuda, pero nadie me escucha ni hace
nada por ayudarme, se limitan a mirar para otro lado. Veo a Goku tan
tranquilo con esto, que hasta me da rabia, no para de decirme que todo va a ir
bien, que Juana es la mejor, que sus decisiones seguro que son acertadas y que
estoy dramatizando mucho las cosas. Mi madre también me ha dicho lo mismo, que
tenga paciencia y confíe en ella, que ya veré como el día 2 todo son buenas
noticias, porque ellos son expertos en estas cosas. Parece que soy la única que
ve el peligro, y ya hasta empiezo a dudar de mí misma y de mi intuición, cuando
muy pocas veces he fallado en mi vida ante mi instinto, pero debe ser que lo
tengo atrofiado o lo he perdido.
Necesito apelar
a mi parte más racional. Saber dejar las cosas en manos de otras personas. No puedo
tener el control de todo, porque no depende de mí. Tengo que pensar que la
gente sabe lo que hace y que no están jugando conmigo sólo porque yo no
entiendo las decisiones que toman. Y porque tengo miedo. Me doy permiso sólo por
hoy para lamentarme y sentirme nerviosa e insegura (por eso lo estoy
escribiendo también aquí). Pero mañana tengo que trabajar todo esto en mi mente
de forma más constructiva y tranquilizadora para mí. Voy a intentar estar bien
los días que quedan hasta el Jueves que viene que vaya a la revisión. Pondré en
funcionamiento todos mis recursos y el máximo de mi voluntad para lograrlo y no
venirme abajo con todo esto. Pero eso será mañana…